Las organizaciones empresariales catalanas -Foment del Treball, Cámara de Comercio, Pimec, Círculo de Economía…– mantienen una fluida y cordial relación con el presidente de la Generalitat, Salvador Illa. La noticia de que el Gobierno catalán abrirá una nueva delegación en Pekín –además de las que ya tiene en Shanghai y en Hong Kong– ha sido bien recibida por el empresariado, que lo ve como una oportunidad para mejorar y profundizar las relaciones comerciales con China.
En cambio, desde el PP han reaccionado levantando la voz contra el anuncio de la apertura de esta nueva delegación en Pekín. El diputado popular Hugo Manchón ha tachado esta delegación de «falsa embajada» y ha acusado a Illa de «poner al servicio del independentismo las estructuras de Estado que se necesitan para alcanzar la independencia», y ha alertado de que estas maniobras podrían reforzar un proyecto político con efectos irreversibles para la unidad territorial de España. También ha reclamado los gastos al detalle de este viaje a China.
El PP tiene un problema en Cataluña y Alberto Núñez Feijóo nunca será presidente si no lo resuelve antes. Las incendiarias declaraciones del diputado Hugo Manchón alejan al empresariado catalán del PP.














