La refundación de la CUP (Proceso de Garbí) emprendida el año pasado, con una nueva estrategia que contempla la negociación y la entrada en las instituciones y la elección de un nuevo secretariado nacional, con Non Casadevall como nuevo referente, no acaba de cuajar. La tarraconense Laia Estrada, representante del ala más indepe de los anticapitalistas, ha anunciado su dimisión como diputada y presidenta del grupo de la CUP en el Parlamento de Cataluña.
Laia Estrada, que tuvo un papel muy destacado como concejala en la caída del alcalde socialista de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, se ha mostrado contraria a los pactos puntuales que ha hecho la CUP con el PSC en algunos municipios. Ello, pese a que la CUP aprobó el decreto del Gobierno de Salvador Illa sobre la regulación de los alquileres de temporada y se ha abierto a la negociación de los presupuestos de la Generalitat.
La antagonista más visible de Laia Estrada en el grupo parlamentario, la diputada Laure Vega, ha sido expulsada de la corriente Endavant –mayoritaria en la CUP– por mostrarse partidaria del proyecto que propugna Gabriel Rufián de articular un bloque electoral de la izquierda plurinacional.














