Diciendo que «es un auténtico disparate. Es nuestra habanera. Basta de manipulaciones históricas. Basta de acabar con nuestra libertad, identidad, cultura y tradiciones». Lo hizo su portavoz en el Parlamento de Cataluña, Joan Garriga, en unos términos que podrían haber suscrito los grupos que, además de Vox, se sumaron a la moción presentada por Junts: ERC, CUP, PP y Aliança Catalana. Estos seis grupos sumaron 85 votos mientras que la moción tuvo en contra los 41 votos del PSC y la abstención de los seis de los representantes de los Comunes.
Muchos medios de comunicación adscritos a la causa independentista escondieron que Vox y PP se habían sumado a la iniciativa del partido de Carles Puigdemont en sus crónicas. Se limitaron a decir que la reprobación del Ayuntamiento de Palafrugell por eliminar El meu avi de la cantada de habaneras había reunido los votos de todos los grupos parlamentarios menos los contrarios del PSC y la abstención de los comunes.
La moción de Junts se refería al «Compromiso del Gobierno con la preservación y proyección de referentes y símbolos nacionales de Cataluña». En la mayoría de puntos, PP y Vox votaron en contra del resto de grupos parlamentarios. Por ejemplo, en el que Junts reclamaba que en todos los actos oficiales se utilice la bandera de Cataluña y se interprete Els Segadors. Se ve que, para Vox, hay símbolos y símbolos. Y El meu avi es un símbolo intocable, por más que a su compositor, el militar cántabro José Luis Ortega Monasterio, lo acusen de estar implicado en redes de prostitución, con menores incluidos.

