Pánico en la ANC por el previsible fracaso de la manifestación de la Diada

Sólo habrá concentraciones en Barcelona, Girona y Tortosa y en la capital catalana se ha diseñado un recorrido mínimo entre el Pla de Palau y La Rambla

Bluesky

El presidente de la ANC, Lluís Llach, en la presentación de la manifestación del 11 de septiembre de este año

La Assemblea Nacional Catalana (ANC) se ha apropiado desde hace unos quince años de la manifestación central de la Diada del 11 de septiembre. Lo que era un encuentro de expresión catalanista ha pasado a ser una exhibición independentista. Esta exhibición, que contó con el apoyo incondicional de TV3, Catalunya Ràdio, RAC1 y los medios independentistas, reunió, según las estimaciones más elevadas, a 1,8 millones de personas en la manifestación de la Diada de 2014. Esta cifra ha ido menguando en los años posteriores. El año pasado se redujo a 60.000 asistentes. En la ANC se ha difundido el pánico porque teme su dirección, encabezada por Lluís Llach, que la asistencia sea todavía inferior.

La ANC no convoca sola a las manifestaciones del 11-S pero es evidente que ha sido la herramienta principal de su patrimonialización por el sector independentista. También convocan Òmnium Cultural, el Consell de la República, la Associació de Municipis per la Independència (AMI), la Intersindical y el Centre Internacional Escarré per les Minories Ètniques i les Nacions (CIEMEN). Estos colectivos, sin embargo, han sido siempre simples comparsas del liderazgo de la ANC. El miedo al fracaso se ha contagiao a todas ellas pero la principal damnificada de un fracaso en la convocatoria de la Diada será la plataforma de Llach.

El ex cantante se ha acostumbrado en los últimos tiempos a convocar y participar en actos de su plataforma que reúnen como mucho a algunos centenares de personas. Para compensar la falta de manifestantes, la ANC apela a la exhibición de banderas o recurre a un lenguaje especialmente apocalíptico e insultante en sus discursos y redes sociales.

Este año, la ANC ha rechazado explícitamente la incorporación de los partidarios de Aliança Catalana a su Diada. El año pasado, Llach dejó la puerta abierta a los simpatizantes de Sílvia Orriols. Lo ha descartado justo cuando los sondeos dan a este partido un importante crecimiento electoral. Esa decisión perjudicará aún más la previsible baja participación en la manifestación.

En el seno de la asociación se culpabiliza del descenso de participantes a sus actos a los miembros de su sector crítico y a la falta de apoyo de ERC y de la actitud más prudente de los medios públicos de la Generalitat a la hora de hacer propaganda de los mismos. Los dos actos convocados por la ANC para protestar contra la presencia de los Reyes en Montserrat y Barcelona en las últimas semanas han puesto de manifiesto este déficit de capacidad de convocatoria.

Algunos tozudos defensores de la actual dirección de la ANC, como Albano Dante Fachín, justifican el descenso de manifestantes diciendo que «obviamente, todos queremos manifestaciones de dos millones de personas, pero creo que eso también nos tiene que dejar de preocupar». Curiosamente, uno de los opositores a la actual dirección de la ANC, y que hasta hace poco era secretario nacional de la entidad, Josep Costa, comparte tertulia semanal en Vilaweb con Fachín. Con Costa dimitieron una veintena de miembros del Secretariado Nacional de la ANC.

La penúltima acción de la ANC tuvo lugar en el Pi de les Tres Branques, en la comarca del Bergadà, y las imágenes que distribuyó la plataforma independentista por las redes sociales mostraban a un solitario Llach en un escenario en el que lucía, eso sí, una estelada espectacular. La protesta contra la presencia de los Reyes en el Liceo de Barcelona reunió apenas a «decenas de personas», según los medios independentistas que siempre han estado al lado de la ANC.

La Diada independentista de este año sólo contará con manifestaciones en Girona, Tortosa y Barcelona. Ni en Lleida ni en Tarragona se ha visto la ANC con ánimos de convocar una. La de Barcelona transcurrirá unos centenares de metros entre el Pla de Palau y La Rambla. En la presentación de las concentraciones, Llach pidió a los partidos independentistas que estén «a la altura del esfuerzo que hace la sociedad civil». El lema de su manifestación de este año es «Más que nunca, independencia». En la ANC temen que haya menos gente que nunca pidiendo la independencia el Once de Septiembre.

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