La Agencia Tributaria de Cataluña (ATC) hizo aflorar 295 millones de euros de fraude fiscal durante el año pasado, un 3,15% más que en 2023 (286 millones), según indica el informe de resultados 2024 del tercer Plan de prevención y reducción del fraude fiscal y de fomento de las buenas prácticas tributarias 2023-2026, dado a conocer este viernes. Concretamente, el 75% de las defraudaciones correspondían a los impuestos de sucesiones y donaciones, con 124 millones, y de patrimonio, con 97 millones.
En cuanto al resto de tasas, la de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados representó el 23% del fraude, con 69 millones, y el resto de tributos, con un importe de 5 millones de euros, supusieron un 2% del total descubierto. Desde 2015, la ATC ha identificado 2.376 millones de euros defraudados, siendo el 2021 el año con el mayor grado de desfalco, con 338 millones de euros.
El informe también detectó cambios ficticios de residencia en 2024 y que se tradujo con 15,5 millones de euros de fraude. De ellos, 8,5 millones se intentaron localizar fingidamente en otras comunidades autónomas y los otros siete en varios países fuera de España. Por otro lado, la ATC hizo ocho liquidaciones referentes a bienes y activos situados en el extranjero y no declarados que levantaron 0,3 millones de euros.
El informe ha destacado «la eficiencia» de la Agencia Tributaria, porque «con menos actuaciones ha conseguido descubrir un importe más elevado». De hecho, el estudio ha precisado que las áreas de inspección, gestión y recaudación llevó a cabo 52.933 actuaciones de prevención y reducción del fraude, un 2,8% menos que en 2023 (54.544 actuaciones).