El 25 de noviembre de 2022, el director de TV3, Sigfrid Gras, anunció en el Parlamento de Cataluña que hacía pocos días que se había creado una comisión «para examinar y sancionar si es necesario a los trabajadores que incumplan el Libro de Estilo y, en concreto, lo que hace referencia a las expresiones públicas de los profesionales de la corporación». En los 32 meses que han transcurrido desde entonces un buen puñado de profesionales de TV3 y Catalunya Ràdio se han hartado de pronunciar expresiones públicas contrarias a la imagen de neutralidad que se supone que debe dar la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA). Esta Comisión de Seguimiento del Libro de Estilo, sin embargo, no ha emitido ningún informe de sus actividades. De sanciones, por ejemplo, no ha trascendido ninguna a pesar de las flagrantes vulneraciones de este Manual, gritos de «puta España» incluidos.
El Libro de Estilo de 3cat, antes de la CCMA, está en vigor desde el 28 de julio de 2010, doce años antes de que se creara la comisión de seguimiento anunciada por Gras en el Parlamento. El apartado «Expresiones públicas de los profesionales de la CCMA» de su Manual de Uso recuerda que «los profesionales de la CCMA no pueden hacer manifestaciones públicas que comprometan la imparcialidad de nuestros medios. En el ámbito público no pueden adoptar posiciones en relación con debates políticos y sociales cuando, por el trabajo que desarrollan, pueda quedar comprometida nuestra imparcialidad, emitir mensajes o comentarios ofensivos o despectivos,… Nuestros profesionales cumplen estas normas cuando participan en blogs y redes sociales y otras formas de divulgación de contenidos, tanto bajo el paraguas de nuestros dominios como en espacios ajenos y personales. También cuando expresan su opinión en artículos periodísticos, tertulias o entrevistas en otros medios, entre otros».
«En Badia del Vallès hay más cocodrilos que catalanes»
La hemeroteca de EL TRIANGLE está llena de incumplimientos de estas normas por parte de profesionales de TV3 y Catalunya Ràdio como Joel Díaz, Jair Domínguez, Òscar Andreu, Peyu, Magí García, Manel Vidal, Andreu Juanola, Marc Sarrats, Toni Soler, Enric Calpena, Xavier Valls, Jordi Eroles, Joan R.Vallvé, entre otros. Los más recientes la participación de Óscar Andreu en el podcast del partido independentista Alhora, la exhibición en TV3 de Peyu de la placa donde se llama «Dios vos guardo y puta España» que ha colgado en la entrada de su casa, la exigencia de Jair Domínguez de que el RCD Espanyol se cambie «el nombre de mierda que tiene» o el insulto de Toni Soler a los ciudadanos de Badia del Vallès reenviando un post de X donde se afirmaba que en esta ciudad hay más cocodrilos que catalanes.
La Comisión de seguimiento del Libro de Estilo no ha hecho público su posicionamiento ante estas vulneraciones. Su función es «estudiar y analizar el cumplimiento de su contenido, elevar a las direcciones posibles incumplimientos, proponer modificaciones y llevar a cabo estrategias de comunicación interna». Su actual coordinador es Jaume Peral, que fue director de TV3 y ha sido repescado después de pasar un tiempo como director de RAC1.
Diez altos cargos de la CCMA acompañan a Peral en esta comisión: «Núria Solé, de informativos de TV3; Natàlia Ramon, de informativos de Catalunya Ràdio; Montse Tió, de programas de actualidad de TV3; David Bassa, de documentales; Jordi Pi, de Entretenimiento de TV3; Bernat Soler, de Deportes de TV3 y Catalunya Ràdio; Santi Carreras, de Programas de Catalunya Ràdio; Judith Alfés, de Medios Digitales; Ernest Rusinés, responsable del Modelo de Lengua y Asesoramiento Lingüístico y Laura Baladas, Defensora de la Audiencia.
Cuando el debate sobre las vulneraciones del Libro de Estilo de la CCMA sale en el Parlamento, la presidenta de la Corporación, Rosa Romà, insiste en que sus profesionales lo cumplen escrupulosamente. Como mucho, «cuando ha habido algún caso, la comisión hace una advertencia al responsable editorial al que pertenece aquel profesional para que tome medidas para solucionarlo y no se repita». Ni la CCMA, ni la Comisión de Seguimiento de su Libro de Estilo han informado nunca de ninguno de estos casos.