‘Fiascos S.A.’ explica detalladamente cómo funcionaba la caja B de Banca Catalana

Destaca que Price Waterhouse situó en 129.000 millones de pesetas el agujero de la entidad dirigida por Pujol que se habría embolsado unos 4 millones de euros en dividendos ilícitos

Bluesky

Imágenes de una información sobre Banca Catalana en La Sexta y de la portada del libro 'Fiascos S.A.'

En el capítulo dedicado a Banca Catalana, el libro «Fiascos S.A.» explica con detalle cómo funcionaba la caja b de la entidad que creó y dirigió Jordi Pujol antes de acceder a la presidencia de la Generalitat. «El entramado disponía de una caja b en la que se practicaba una contabilidad paralela para escapar del control de las autoridades monetarias y  se habían empleado sociedades instrumentales para aparentar legalidad en sus operaciones», escribe el autor del libro, Miguel Ángel Noceda. Destaca que la auditoría externa que el Banco de España encargó a Price Waterhouse fijó en 129.000 millones de pesetas el agujero que presentaba la entidad en el momento de su quiebra.

«Los fondos desviados a esta caja b fueron de 83.715 millones de pesetas entre 1974 y 1981», detalla Noceda que explica que «las investigaciones descubrieron 27 sociedades instrumentales, creadas para canalizar el dinero hacia la caja oculta y con las que Banca Catalana no tenía ninguna vinculación». El procedimiento más habitual para desviar el dinero era mediante créditos ficticios, repartidos entre sociedades instrumentales, empresas vinculadas y varios clientes, explica el autor que basa buena parte de su trabajo en el informe de los fiscales del caso –José María Mena y Carlos Jiménez Villarejo-, el libro «Banca Catalana: caso abierto», que publicó en 2015 el periodista ya desaparecido Pere Ríos y el más antiguo «Banca Catalana, más que un banco, más que una crisis», publicado en 1985 y escrito por Siscu Baiges, Enric González y Jaume Ribagorçana.

Facturas que se contabilizaban dos veces

La caja b también se nutrió de dividendos derivados de inversiones en valores inmobiliarios y de depósitos de clientes a los que se garantizaba una rentabilidad superior a la del mercado. Otra forma de llenarla era mediante facturas que se contabilizaban dos veces. También se cruzaban créditos falsos entre los bancos del grupo.

Noceda explica los efectos catastróficos del recurso en la caja b, a partir del informe de los fiscales: «Los querellados responsables de la caja b, en la medida que detrajeron, apartaron y dispusieron de los recursos económicos de Banca Catalana, recursos que fueron torpemente administrados provocaron directa y expresamente un déficit patrimonial de la entidad que la conduciría a la ruina económica». El dinero se evaporaba en «compras de sociedades, valores mobiliarios e inmobiliarios, compra de acciones de otras entidades bancarias que se solían hacer mediante sociedades instrumentales, el pago de extratipos a ‘precio de mercado no oficial’ que se ocultaban a la junta de accionistas y pago de intereses por los depósitos que fueron captados con la promesa de una remuneración irregular complementaria».

El juicio, a partir del 10 de noviembre

En una cita del libro de Ríos, Noceda recoge que «no responde a la verdad el discurso oficial tantas veces repetido de que no le interesaba el beneficio económico y que se desvinculó de cualquier actividad muchos años antes para dedicarse en cuerpo y alma a la política». Entre otras operaciones descubiertas y recogidas en la querella «aparece que Jordi Pujol se embolsó dividendos ilícitos por valor de 84 millones de pesetas, una cifra que actualizada a 2.023, de acuerdo con la inflación, equivaldría a unos cuatro millones de euros».

Esta fortuna obtenida por los Pujol en Banca Catalana puede estar en la base de la que reconoció Pujol que escondió en el extranjero todo el tiempo que presidió la Generalitat. El ex presidente lo atribuye a los rendimientos de una ‘deixa‘ misteriosa que le hizo su padre, Florenci Pujol. La investigación judicial ha detectado movimientos económicos vinculados a operaciones bajo sospecha realizadas por su hijo mayor, Jordi Pujol y Ferrusola. El juicio oral está previsto que comience el próximo 10 de noviembre. ¿Se conocerá finalmente el origen de la fortuna que llevó a Jordi Pujol a confesar que la ocultó a Hacienda durante los 23 años que presidió Cataluña?

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