Durante la primavera de 2025, un total de 78 estaciones meteorológicas catalanas han registrado noches tropicales, es decir, mínimas por encima de los 20 °C. Según datos del Meteocat, esto representa un 42,6% del total de estaciones, una cifra que solo se ha alcanzado cuatro veces este siglo. El Raval de Barcelona lidera el ranking con 21 noches tropicales antes del solsticio de verano, mientras que 17 municipios, como Badalona, Amposta y Campllong, han superado sus récords históricos. A pesar de todo, ningún punto del país ha registrado todavía noches tórridas (mínima ≥ 25 °C).
El fenómeno ha sido especialmente intenso en el litoral central y en les Terres de l’Ebre, pero también ha afectado al Camp de Tarragona, El Baix Llobregat y puntos del Vallès. En cambio, las comarcas gerundenses, Poniente y el Alto Pirineo han mantenido las mínimas nocturnas por debajo de los 20 °C. La anomalía térmica llega en un contexto de lluvias por debajo de la media en la mayoría de estaciones, con excepciones en zonas de montaña del Pirineo y partes de Lleida.
A pesar del déficit de precipitación respecto al periodo 2001-2025, las lluvias de esta primavera han permitido un aumento sustancial de las reservas de agua. Los embalses de las cuencas internas han pasado de un 50% a un 80% de capacidad, dejando atrás los niveles críticos de los últimos años de sequía. Así, el inicio del verano encuentra el sistema hídrico catalán en una situación más estable, aunque con la persistencia de la tendencia al calentamiento.