La Diputación de Barcelona ha presentado este martes la 29ª edición del Plan de información y vigilancia contra incendios forestales (PVI), que se aplica desde este miércoles hasta el 31 de agosto.
El dispositivo, caracterizado este año por un nuevo enfoque centrado en la prevención activa y la respuesta rápida, cuenta con una inversión de 2,4 millones de euros y prevé desplegar 96 profesionales sobre más de 615.000 hectáreas agroforestales, con la colaboración de 275 ayuntamientos y 126 Agrupaciones de Defensa Forestal (ADF).
El diputado delegado de Prevención de Incendios y Gestión Forestal, Jordi Fàbrega, ha defendido que “hay que estar más vigilantes que nunca y dar respuesta a un territorio con un 70% de superficie forestal que, a pesar de las lluvias de este año, sigue siendo una bomba de relojería después de tres años consecutivos de sequía”. Además, ha apelado a “la autorresponsabilidad colectiva”, esgrimiendo que el factor humano causa nueve de cada diez incendios.
La campaña de este año culmina un cambio de estrategia iniciado hace tres años, que tiene como ejes principales la mejora de la eficiencia operativa, la adaptación a la emergencia climática y la priorización de las zonas con más presión humana, ha difundido la Diputación de Barcelona.
El modelo se desplegará sobre una superficie agroforestal que representa el 98% de las áreas vulnerables de la provincia de Barcelona. Los 74 agentes cívicos territoriales, organizados en 37 unidades móviles, centrarán su actividad en las llamadas “zonas de impacto”: urbanizaciones, áreas recreativas, accesos a espacios naturales y puntos de concentración de personas.
Otro de los aspectos destacados es el programa de apoyo para la eliminación de vertidos peligrosos, al que la Diputación de Barcelona ha asignado 120.000 euros para ayudar a los ayuntamientos a retirar estos puntos negros, que representan un doble riesgo, ya que pueden actuar como foco de ignición por la presencia de cristales o materiales inflamables, y también acelerar la propagación del fuego por la acumulación de residuos combustibles.