La huelga del Museu de l’Art Prohibit se extiende a la tienda del Mirador Torre Glòries

La plantilla hace más de tres meses que está en huelga indefinida y critica la "hipocresía" y la "represión" de la empresa

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Pancarta de la huelga en el Museu de l'Art Prohibit de Barcelona (Foto: @sut_bcn)

Después de más de tres meses de huelga indefinida en el Museu de l’Art Prohibit, la plantilla de la tienda del Mirador Torre Glòries también iniciará un paro indefinida. La sección sindical de Solidaridad y Unidad de los Trabajadores (SUT) en Palacios y Museos SL ha convocado los paros a partir del sábado 21 de junio, coincidiendo con el día 116 de la huelga indefinida.

El Mirador Torre Glòries es propiedad de Mediapro, y el CEO de Mediapro, Tatxo Benet, es el propietario del Museu de l’Art Prohibit. Por otro lado, la empresa Palacios y Museos SL es la subcontrata que gestiona las tiendas de los dos museos.

Los trabajadores del Mirador Torre Glòries denuncian situaciones laborales muy similares a las que han motivado la larga huelga en el Museu de l’Art Prohibit: falta de descansos adecuados, salarios insuficientes, imposición de vacaciones y vulneraciones del convenio colectivo. Exponen, por ejemplo, que los descansos se concentran en momentos absurdos de la jornada, como apenas empezar el turno o cerca del final, y que el tiempo efectivo de pausa es insuficiente incluso para comer. También señalan la falta de agua potable y el hecho de que no se les compensen correctamente los festivos y domingos trabajados.

La plantilla del Mirador Torre Glòries se ha unido a la huelga indefinida a raíz, también, del acoso denunciado contra una trabajadora que había anunciado su participación en el comité de huelga del Museu de l’Art Prohibit. Los trabajadores, según explica el sindicato SUT, cuentan con el apoyo de la mayoría de los visitantes, que se niegan a entrar en el museo después de conocer la situación, y disponen también de aportaciones solidarias a la caja de resistencia.

La huelga en el Museu de l’Art Prohibit, iniciada el 26 de febrero, junto con los trabajadores subcontratados de Silicia Servicios Auxiliares y de Magmacultura se mantiene activa, a pesar del uso de vigilantes y policías para sustituir a los huelguistas y restringir el derecho de manifestación ante el centro, según explica el sindicato SUT.

La «hipocresía» del Museu de l’Art Prohibit

La plantilla del Museu de l’Art Prohibit critica también la «hipocresía» de la empresa, que «se llena la boca de anticensura y antirrepresión» y, después, «echa del centro de trabajo a la mitad» de trabajadores y «utiliza los cuerpos públicos y privados de represión para impedir el derecho de huelga». «Habría que redenominar el Museo de la Represión Antiobrera», señalan, apuntando que se ha «convertido en una caricatura de sí mismo», en una «mezcla de hipocresía y cinismo».

«El Museo tiene una obra donde aparece Franco en un frigorífico. El significado es obviamente que no hemos salido del franquismo, que solo está en hibernación. Y es parcialmente cierto. El único detalle es que tendrían que tener la honestidad de sacar Franco de esta nevera y declarar que no hay ninguna diferencia cualitativa en los métodos que ellos utilizan contra la clase obrera, que su identidad con el franquismo es completa», concluye el sindicato SUT.

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