Con los alimentos que tiramos los catalanes se podrían nutrir 274.948 personas todo el año

La causa principal del desperdicio es la fecha de caducidad, y un 70% de la comida rechazada se estropea antes de cocinarla, un hecho que constata una mala planificación en los hábitos de compra que tenemos los consumidores.

Bluesky
Els Bancs d’Aliments són clau en la lluita contra el desaprofitament alimentari, però requereixen més suport per poder ampliar el seu impacte

Cataluña afronta una paradoja preocupante: mientras el 24% de la población vive en riesgo de pobreza, millones de kilos de alimentos acaban en la basura cada año.

De acuerdo con el informe Diagnosis del desperdicio alimentario en los hogares de Cataluña en el año 2024, elaborado por el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat, la cantidad de alimentos malgastados en los hogares catalanes en 2024 podría haber servido para alimentar, aproximadamente, a 274.948 personas durante un año. Esto representa un 14,08% de la población en riesgo de pobreza en Cataluña.

Además, el estudio revela que más del 70% del desaprovechamiento de los alimentos pasa antes de cocinarlos. Según detalla este informe, la fecha de caducidad es la principal causa del rechazo, lo que refleja una planificación inadecuada de los hábitos de compra.

Un impacto ambiental alarmante

El desaprovechamiento alimentario es una problemática que tiene un alto coste a escala global. Sus consecuencias no solo impactan sobre la pobreza alimentaria, sino también sobre el medio ambiente. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la pérdida y el desaprovechamiento de alimentos generan entre el 8% y el 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Para dimensionar esta cifra, esto representa casi cinco veces las emisiones totales del sector de la aviación.

En Cataluña, el estudio del Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación estima que 462.347.277 kilos de CO2 fueron emitidos para producir, distribuir y comercializar alimentos transportados a los hogares catalanes para su consumo, pero que finalmente se malgastaron en 2024.

La labor de los Bancos de Alimentos

Desde hace casi 35 años, los Bancos de Alimentos de Cataluña son la institución que busca hacer frente a esta problemática. No obstante, como ellos mismos apuntan en su web, los alimentos que distribuyen a las entidades para que sean repartidos a las personas y colectivos en situación de vulnerabilidad cubren solo el 2% del total de la población.

Por lo tanto, es fundamental una movilización masiva para poder contribuir a la sensibilización de la población, empresas y organizaciones, y conseguir cifras cada vez más significativas de recogida de alimentos. Desde la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), de la que forman parte los Bancos de Alimentos de Cataluña, se ha impulsado la campaña “Ningún hogar sin alimentos”, junto con la Fundación La Caixa y CaixaBank.

Según datos facilitados por la Fundación, en las cinco ediciones de esta campaña, llevadas a cabo entre 2020 y 2024, se recaudaron más de 11 millones de euros en el conjunto del país y se superaron las 10.000 toneladas de alimentos básicos. Este junio se ha lanzado la sexta edición de la campaña, con el objetivo de ampliar el alcance de la ayuda alimentaria.

Contra el desaprovechamiento

En marzo de 2020, el Parlamento de Cataluña aprobó por unanimidad una ley contra el desaprovechamiento alimentario, que obliga a las empresas a contar con un plan de prevención y a informar anualmente sobre la cantidad de alimentos malgastados. También establece que los restaurantes deben permitir a sus clientes llevarse la comida no consumido sin coste adicional.

El consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat, Òscar Ordeig, ha avanzado que el Govern prevé aprobar el próximo año una estrategia integral contra el desperdicio alimentario, que complementará la ley vigente.

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