La fuga de la semana pasada en la central nuclear de Ascó fue de agua radiactiva del circuito primario del reactor, el que está en contacto con los elementos más radiactivos de la planta. El Consejo de Seguridad Nuclear ha puntualizado, sin embargo, que la fuga quedó confinada en el edificio de contención y no tuvo ningún impacto exterior.
Según informan las mismas fuentes, la grieta en una tubería provocó la pérdida de unos 3.500 litros de agua radiactiva.
En cualquier caso, la fuga hizo aumentar los niveles de radiactividad en el interior del edificio de contención pero sin superar los márgenes de seguridad operativos, aseguran las mismas fuentes.
Los operadores de la central, la asociación nuclear Ascó-Vandellòs (ANAV), trabajan desde el jueves pasado –cuando se detectó la fuga– para repararla.
Ecologistas en Acción ha vuelto a reclamar el cierre de la central nuclear de Ascó a raíz de este incidente, más ahora que se ha sabido que la fuga fue de agua radiactiva.