Una pareja de personas sin hogar sufrió una agresión en el barrio de Sant Antoni de Barcelona, que consistió en el lanzamiento de agua mezclada con amoníaco, según ha denunciado Arrels Fundació. La misma entidad ha añadido que les dejaron botellas con la misma mezcla para beber, cosa que no hicieron.
La entidad, que conoce a estas personas y les hace seguimiento, ha alertado de que esta “nueva agresión aporofóbica podría haber acabado de manera muy trágica”, y ha pedido no interpretar los hechos “de manera aislada o descontextualizada”.
“Entendemos que el auge de los discursos de odio puede tener que ver: se está criminalizando y revictimizando a las personas que viven en la calle desde hace tiempo en general y las que viven en este barrio en particular”, ha señalado Arrels, que considera que estos discursos “tienen consecuencias concretas como esta agresión, una vulneración muy grave a los derechos de estas personas”.
La entidad ha hecho un llamamiento para que la ciudadanía denuncie hechos como estos para poder registrar, cuantificar y visibilizar esta realidad, y conseguir un cambio en la legislación que penalice los delitos de odio y los discursos que los incitan.
Arrels remarca que muchas personas a las que acompaña están expuestas cada día a diversas violencias, y que a veces las conciben como implícitas y que, en algunos casos, tienen miedo de denunciar porque están en situación irregular o porque no quieren ser detectadas.
La entidad ha recordado que el informe Viure al carrer a Barcelona de 2024 reflejó que un 40,7% de las personas que viven en la calle declaran haber sido agredidas y un 75,7% cree que ha sido por el hecho de vivir en la calle.
