Unas 150 personas se han concentrado este sábado en la plaza Mayor de Cervera para condenar una agresión homófoba que tuvo lugar el 31 de mayo en el exterior de una discoteca de la ciudad. El ataque, perpetrado por un grupo de más de quince personas, provocó lesiones graves a la víctima, que fue hospitalizada con lesiones renales y contusiones en varias partes del cuerpo. La protesta ha sido convocada por el Ayuntamiento de Cervera y entidades locales y en ella se ha leído un manifiesto en el que se hace un llamamiento a “seguir luchando contra los prejuicios y los brotes de fascismo que cultivan mensajes de odio”.
Durante el acto, el alcalde de Cervera, Jan Pomés, ha condenado los hechos con contundencia y ha asegurado que “la intolerancia no tiene cabida en nuestro municipio”. Ha afirmado que cualquier agresión es “intolerable” en una ciudad “donde se fomenta y se trabaja por una sociedad democrática libre”. Pomés ha destacado que la concentración es una expresión del compromiso colectivo para defender una Cervera diversa e inclusiva: “Luchamos por la población que queremos”.
Los asistentes han mostrado su apoyo a la víctima y han reclamado tolerancia cero contra la LGTBI-fobia. El manifiesto leído en el acto ha condenado el odio como una amenaza para la convivencia y ha denunciado el aumento de los discursos de extrema derecha que alimentan la violencia contra colectivos vulnerables. Tanto instituciones como entidades han coincidido en señalar la necesidad de seguir impulsando políticas públicas para garantizar los derechos del colectivo LGTBI+ y evitar la normalización de agresiones como esta.
