¿Cómo pueden dormir los políticos que causan la muerte de niños con las decisiones que toman? Me lo pregunto cuando leo las cifras de niños y niñas muertos en Gaza por los bombardeos del ejército israelí. Unas cifras que oscilan según las fuentes. Unicef calcula que 15.000 niñas y niños han muerto desde que Israel contestó con bombardeos indiscriminados el ataque de Hamás que causó unos 1.200 muertos, 37 de los cuales eran menores, según la agencia France Presse.
¿Para vengar la muerte de 37 menores matas más de 16.000? ¿Es este el juego?
¿De qué material están hechas las personas que deciden estas monstruosidades?
Se pueden matar niños y niñas bombardeando las casas donde viven o se les puede matar de hambre o enfermedades curables negándoles la ayuda que necesitan. Eso último es lo que ha hecho el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tan pronto como se sentó en la Casa Blanca a firmar órdenes ejecutivas que dicen allí. Una de estas órdenes conlleva el desmantelamiento de la agencia de cooperación internacional de los Estados Unidos, USAID. Trump enseñó vanidoso y orgulloso a las cámaras la orden ejecutiva que enviaba a estos menores a la muerte con su ostentosa firmada.
La Universidad de Boston ha difundido una tabla con las consecuencias del desmantelamiento de USAID. Ha causado la muerte de 206.000 niños y de unos 100.000 adultos, a un ritmo de más de cien muertos cada hora desde que Trump firmó esta orden. Unos 50.000 niños han muerto de diarrea por la suspensión de las ayudas. Cerca de 60.000, por malnutrición. Unos 30.000, por malaria, de la que se han infectado unos 4 millones más de lo que la habrían sufrido si la prevención y la atención que recibían gracias a USAID se hubiera mantenido. El Sida se ha adueñado de cerca de 6.000 vidas de niños y niñas. Un informe de ISGlobal concluye que 14 millones de personas morirán hasta 2030 como consecuencia de esos rectores. La tercera parte de esas muertes serán de menores de 5 años.
Han pasado cuatro meses desde que Trump asumió la presidencia de Estados Unidos. La muerte cada mes de 50.000 niños y niñas llevan su firma. Las bombas de Benjamin Netanyahu han matado a un promedio de mil cada mes desde octubre de 2023.
El Tribunal Penal Internacional ha pedido que se detenga a Netanyahu por crímenes contra la humanidad. ¿A qué espera para pedir que detengan a Trump? No sé si ninguno de los dos puede dormir tranquilo cada noche. ¡Lo que correspondería es que lo tuvieran que hacer en una cárcel desde la que no pudieran enviar aviones a bombardear hospitales, casas o campos de refugiados ni firmar “órdenes ejecutivas” asesinas!
