La votación por la oficialidad del catalán en la Unión Europea (UE) ha quedado pospuesta ante la falta de unanimidad entre los 27 para validar la petición de España. Según recoge la ACN, al menos diez Estados miembros -como Suecia, Alemania, Italia y Austria- han pedido al Gobierno español que retire la votación por las dudas legales y económicas que aún mantienen algunos gobiernos nacionales, y le han instado a seguir negociando al considerar que es prematuro tomar una decisión. Así, el ejecutivo de PedroSánchez ha topado de nuevo con las reticencias de parte de las capitales europeas. En los últimos días, además, el PP ha presionado para que los gobiernos conservadores de la UE se opusieran a apoyar la petición.
El presidente de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa, de viaje en Japón, ha mostrado su rotunda confianza en que se conseguirá la oficialidad del catalán en Europa. “Hoy estamos más cerca de lograrlo”, ha asegurado. Más allá de su convicción, el presidente ha cargado contra el PP y su líder, Alberto Núñez Feijóo, a quien ha acusado “de obstruccionismo”. De hecho, ha advertido de que esta actitud “le inhabilita para gobernar España”.
España ha puesto sobre la mesa una propuesta que planteaba una implementación progresiva del catalán, el vasco y el gallego y, al mismo tiempo, garantizaba que los gastos económicos derivados de la medida, 132 millones de euros según la Comisión Europea, los asumiría el Gobierno español. Además, para convencer al resto de gobiernos, el ejecutivo español ha defendido que dar el estatus de lengua oficial de la UE al catalán, el vasco y el gallego no supondrá un precedente para otras lenguas minoritarias o minorizadas. Por ejemplo, entre los países bálticos, el temor es que genere un precedente para el ruso, mientras que en Chipre pasa también con el turco.
Otro de los argumentos del Gobierno de España es que el catalán es una lengua hablada por millones de personas en la UE y que, en algunos casos, supera de largo la cantidad de hablantes de otras lenguas que sí que tienen el estatus de oficial. Concretamente, el catalán tiene unos 10 millones de hablantes en la UE y, en comparación con las 24 lenguas oficiales de la UE, es la decimotercera más hablada, por delante del inglés, el danés, el finés, el sueco o el gaélico.
Hasta el último momento, el ejecutivo de Sánchez ha presionado a los socios europeos para poder ampliar la lista de lenguas oficiales de la UE, pero para que saliera adelante el Gobierno español necesitaba que ningún Estado miembro se posicionara en contra, ya que la medida requiere la unanimidad de los 27 para ser aprobada. La votación sobre la oficialidad del catalán, el vasco y el gallego podría volver a la mesa de los 27 en la próxima reunión del Consejo de Asuntos Generales de la UE, que se celebrará el próximo 24 de junio.
A su llegada a la reunión de este martes, varios ministros han expresado que mantenían dudas sobre la cuestión y han pedido más tiempo para poder analizar la propuesta y sus implicaciones. El ministro de Asuntos Europeos de Finlandia, JoakimStrand, ha asegurado que el tema no estaba lo suficientemente “maduro” y continuaban existiendo “preocupaciones”, no solo por parte de los Estados miembros, también desde los servicios jurídicos del Consejo de la UE. La oficialidad del catalán en la UE es uno de los acuerdos entre el PSOE y Junts para hacer presidenta del Congreso a la socialista Francina Armengol, un compromiso que posteriormente derivó en la investidura de Sánchez.
Obstruccionismo del PP
Durante su intervención, Illa ha cargado duramente contra el PP, a quien ha acusado “de obstruir” las negociaciones para la oficialidad del catalán. El presidente se ha mostrado “profundamente decepcionado” por esta actitud de los populares y ha advertido a Feijóo de que eso “lo inhabilita para gobernar España y ayudar a construir Europa”.
Además, ha apuntado que queda “bien claro” qué “comprensión de la pluralidad de España” tiene el PP. Incluso Feijóo ha cuestionado el coste de 130 millones, que asumiría España, como un gasto innecesario.
Por otro lado, el presidente de la Generalitat ha defendido el papel del Gobierno español en la negociación para conseguir la oficialidad y ha asegurado que ha estado haciendo “gestiones serias y bien llevadas”. Illa ha añadido que él mismo está “plenamente implicado” en la carpeta y se ha mostrado “a disposición de lo que se requiera”.
Además, el jefe del ejecutivo catalán ha afirmado que Sánchez también ha estado “implicado” en la reivindicación y ha añadido que “ha hecho todo lo que le corresponde como presidente”. “No es una carta que no hayamos jugado, el presidente del Gobierno ha hecho lo que se tiene que hacer”, ha expuesto.
Contactos diplomáticos
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha explicado que este mismo martes contactará con los siete países reticentes. Albares ha defendido en una entrevista en el 3/24 que el Gobierno español está “más cerca” ahora de conseguir la oficialidad y ha remarcado que es un “compromiso irreversible”. Para conseguir la unanimidad, Albares ha asegurado que están dispuestos a “mejorar la redacción” de sus argumentos jurídicos y financieros.
En cuanto al PSOE, su portavoz en el Congreso, Patxi López, ha afirmado que las gestiones del PP para detener la oficialidad de las lenguas en Europa “sólo demuestran que el PP no entiende ni quiere a España”. “Han hecho un montón de viajes a Bruselas para buscar que la Unión Europea castigara a España”, ha dicho, porque “estuvieron allí para que no vinieran los fondos europeos, para que no se aprobara la excepción ibérica, para vetar leyes del Parlamento, y ahora para que no se reconozcan nuestras lenguas”. Por ello, López ha calificado al Partido Popular “de antipatriotas”.
Puigdemont tacha al PP de conspirador
El presidente de Junts, Carles Puigdemont, ha cargado contra Feijóo por sus movimientos para frenar la oficialidad del catalán en la Unión Europea y, en un mensaje en X, ha recordado que el artículo 6 del Estatut establece que la “Generalitat y el Estado deben emprender las acciones necesarias para el reconocimiento de la oficialidad del catalán en la UE”.
En este sentido, Puigdemont ha ironizado que “ahora no sé si el PP hace apología de la desobediencia, de la rebelión o del delito de rebelión”, porque “conspirar con terceros países para ir contra los intereses oficiales del Reino de España debe de ser de todo menos lealtad”.