La síndica de Greuges (defensora del pueblo de Cataluña), Esther Giménez-Salinas, ha defendido la intervención judicial en el momento de decidir quitar la tutela de un menor a una familia y ha insistido en que el ingreso en un centro residencial “debe ser el último recurso”. De hecho, en una entrevista en el canal 324, ha apostado por “prohibir por ley” que los menores de seis años vayan a un centro y ha exigido potenciar más otras opciones, como las familias de acogida.
Salinas ha considerado que se debe trabajar más la prevención, especialmente en aquellos casos en que no hay una situación dolosa o delictiva, sino que son temas relacionados, por ejemplo, con la pobreza. Según ella, el sistema actual “no es garantista”.
Asimismo, ha insistido en que no puede entender cómo en la práctica no se ha cambiado en los últimos 40 años, ya que ha asegurado que hay unanimidad a la hora de defender que los menores no deberían pasar tantos años en los centros.
La síndica ha defendido que la prioridad principal de la administración debe ser que los niños no crezcan en centros de menores y que, en el caso de que sea necesario su ingreso, se estén el menor tiempo posible.
Según ha apuntado Giménez-Salinas, en un 50% de los casos el desamparo se produce por una negligencia, y ha defendido que sobre estas negligencias se puede trabajar. “Solo en una situación extrema tienes que acudir al recurso institucional, y de manera temporal”, ha manifestado.
En cambio, ha lamentado que «solo un 16% vuelven con las familias de origen«, situación que considera un «fracaso» del sistema». Giménez-Salinas ha señalado que los niños se están de media entre cuatro y cinco años en estos centros, un periodo clave en el crecimiento del menor.
Además, ha añadido que se calcula que hay un millar de adolescentes que se escapan de los centros cada año, jóvenes que están en situaciones “muy vulnerables” y en riesgo de caer en redes, por ejemplo, de pederastas.
Por otro lado, ha puesto sobre la mesa las condiciones de los trabajadores, especialmente los que se encargan de los más pequeños, sobre los que ha planteado que no pueden vivir teniendo un educador diferente en cada etapa del día y de la semana. Por todo ello, ha afirmado que no se debería permitir que los menores de seis años fueran a centros.