Es uno de los muchos misterios que todavía rodean la política catalana. ¿De dónde procedían los 2,3 millones de euros, escondidos en cuentas opacas en Liechtenstein y Suiza, que la Agencia Tributaria achacó, en 2006, al padre de Artur Mas? De esta pequeña fortuna también eran beneficiarios la mujer y los hijos de Artur Mas Barnet, el padre del expresidente de la Generalitat.
Este enigma volvió a salir, a preguntas del diputado GabrielRufián, durante la comparecencia de Artur Mas en la comisión parlamentaria de investigación de la operación Cataluña. El hecho es que la empresa de ascensores Magomo, de la que era socio Artur Mas Barnet, presentó suspensión de pagos en 1979. Para pagar una parte de las deudas acumuladas, Magomo vendió la nave industrial que tenía en Poblenou, en Barcelona, a la empresa Midesa, una filial del grupo Planeta, por 240.000 euros.
Cuando Gabriel Rufián preguntó por el origen de esos 2,3 millones, Artur Mas le respondió: «Es perfectamente conocido. Venían de una operación que se hizo en los años 80 cuando una empresa que tenía aquí mi padre con unos socios la vendió a una empresa suiza. Viene todo de aquí». No cuadra nada.













