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El falso patriotismo del Banco Sabadell

Jaume Reixach

Periodista de vocació i, per això mateix, fundador i editor d’EL TRIANGLE des de 1990. Militant de la causa per un Món millor
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¿Es importante que no prospere la OPA del BBVA sobre el Banco Sabadell? Sin duda, lo es para los 19.000 trabajadores de la entidad, que, con la excusa de la absorción, las duplicidades, la optimización y las sinergias, sufrirán un brutal recorte del número de oficinas y de la plantilla. También lo es para Josep Oliu y los miembros del consejo de administración del Banco Sabadell, que se quedarán sin los cargos (pero con los bolsillos llenos con la venta de sus acciones).

A parte de esto, la OPA del BBVA sobre el Banco Sabadell no es ningún drama para Cataluña, como sí lo fue la desaparición de las cajas de ahorros, a raíz de la crisis del ladrillo. Las cajas de ahorros tenían, además del negocio bancario, una voluntad, más o menos atinada, de retorno de sus beneficios a la sociedad, a través de sufragar actividades culturales y sociales en los territorios donde tenían más implantación y arraigo.

En cambio, Banco Sabadell siempre ha sido una entidad reseca y antipática, dedicada solo al dinero y sin ningún tipo de sensibilidad altruista. Eso sí, esponsoriza cada año el elitista torneo de tenis del conde de Godó… y poca cosa más.

CaixaBank es un banco. Banco Sabadell es un banco. ¡Pero qué diferencia más abismal que existe entre la ingente obra cultural, social, artística…, que desarrolla la Fundación “la Caixa” de Isidre Fainé con la nula empatía social que ha tenido siempre el Banco Sabadell de Josep Oliu!

Según la CNMV, los principales accionistas del Banco Sabadell son Blackrock (6,6%), Zurich (4%), Dimensional Fund (3,8%), Goldman Sachs (2,8%) y UBS (2%): inversores norteamericanos y suizos a la caza de plusvalías. Y los principales accionistas del BBVA son Blackrock (6,6%), The Capital Group Companies Inc. (5%), Goldman Sachs (3%) y UBS (2,2%): inversores norteamericanos y suizos a la caza de plusvalías.

Es decir, Blackrock, Goldman Sachs y UBS son, a la vez, importantes accionistas tanto del Banco Sabadell como del BBVA y son ellos, en función de sus intereses especulativos, los que decidirán si les conviene culminar la OPA o no. La comedia patriótica de Josep Oliu (que vive en Madrid) es de muy mal gusto.

Hubo un tiempo, diez años atrás, en que Banco Sabadell sí se podía considerar una entidad catalana. Entre sus principales accionistas estaban Isak Andic (Mango), José Manuel Lara (Planeta) y Joaquim Folch-Rusiñol (Titán). Pero la nefasta gestión de Josep Oliu  provocó un catastrófico agujero económico, los accionistas catalanes perdieron hasta la camisa y la entidad acabó cayendo en manos de “tiburones” internacionales sin escrúpulos, que son los que controlan el banco actualmente.

Yo puedo entender que los sindicatos se opongan frontalmente a la OPA del BBVA sobre el Banco Sabadell para defender los puestos de trabajo. Pero resulta patético y ridículo el cortejo de entidades empresariales, como Fomento del Trabajo, Pimec o el Círculo de Economía -presidido por el ex-consejero delegado del banco, Jaume Guardiola-, que han montado una defensa numantina alrededor de Josep Oliu, con el argumento de salvaguardar la supuesta “catalanidad” del Banco Sabadell.

Estamos hablando de dinero, solo de dinero. De presionar al presidente del BBVA, Carlos Torres, para que ponga más dinero sobre la mesa para culminar la OPA y que los inversionistas del Banco Sabadell puedan ganar más dinero a la hora de vender las acciones (y los trabajadores, que les zurzan).

Blackrock, Zurich, Dimensional Fund, Goldman Sachs y UBS, principales accionistas del Banco Sabadell, están encantados con las fuerzas vivas de Cataluña (patronales, políticos, medios de comunicación…), que han salido en tromba en defensa de la “independencia” del banco. La “sociedad civil” catalana les está calentando gratuitamente (?) el valor de la acción en la Bolsa y, por lo tanto, engordando exponencialmente los beneficios que estos “tiburones” piensan sacar de la OPA del BBVA.

Falta por ver si Carlos Torres mantiene viva la subasta que se ha organizado o abandonará esta timba de póker. En todo caso, la farsa de Josep Oliu tiene muy poco recorrido, a pesar de la brillante ejecutoria de su consejero delegado, César González-Bueno, que ha sido capaz de resucitar al muerto.

Por volumen y cuota de mercado, Banco Sabadell es carne de OPA o de fusión. Si, finalmente, fracasa el envite del BBVA, hay otras operaciones corporativas que esperan a la esquina.

Me sabe mal que, presionados y manipulados por Josep Oliu y sus terminales empresariales y mediáticas, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, se hayan visto envueltos a participar a la fuerza en este sainete de mal gusto, donde los verdaderos autores y beneficiarios finales viven muy lejos de aquí. Espero que el ministro Carlos Cuerpo, encargado de dar el veredicto final sobre la OPA del BBVA, actúe con ponderación, profesionalidad y velando por el interés público.

No estamos hablando de Cataluña. Estamos hablando de acciones y de dinero.

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