El Comité Interdepartamental de Sequía ha aprobado este lunes que toda Cataluña pase a situación de normalidad excepto el embalse de Riudecanyes, que se mantendrá en prealerta por sequía. Esto implicará cambios en ocho áreas diferentes: el acuífero Fluvià-Muga, el embalse Darnius Boadella, L’Empordà y la Cordillera Transversal pasan de alerta a normalidad; mientras que el Consorcio Aguas Tarragona, los embalses del Llobregat, los del Ter y el embalse Ter-Llobregat también lo hacen, pero partiendo del estado de prealerta.
Según ha explicado la consejera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica del gobierno catalán, SílviaPaneque, tras reunirse con el secretario de Estado de Medio Ambiente, HugoMorán, en Madrid, en el caso de Riudecanyes todavía se recomienda mantener la situación de prealerta, aunque las comisiones de desembalse se irán reuniendo para ver si mejora la situación. A pesar de todo, según la consejera, hay que mantener el mismo ritmo de inversiones.
Paneque ha destacado que entre 2022 y 2025 se han aportado más de 300 hm³ de nuevos recursos que han paliado parte del déficit de aportaciones y han evitado que los embalses quedaran vacíos durante más de 400 días. Actualmente, los embalses están por encima del 76% de su capacidad.
Los cambios en las unidades de explotación serán efectivos entre finales de esta semana y principios de la próxima, cuando se publique en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC) la resolución del director de la Agencia Catalana del Agua correspondiente. En cuanto a Sant Feliu de Codines, que estaba en situación de emergencia, también volverá al escenario de normalidad.
A pesar de la mejora de las reservas, las desalinizadoras catalanas continuarán funcionando al 90% de su capacidad. Por ello, Paneque ha reafirmado «la necesidad de impulsar las actuaciones para dejar de depender de la lluvia».

