La Assemblea Nacional Catalana (ANC) ha perdido cerca de un millón de euros de ingresos ordinarios en los últimos cinco años. Así se reconoce en el documento elaborado por el Secretariado Nacional cara a la Asamblea General Ordinaria que se celebrará entre los días 25 y 30 de junio. Esta pérdida de ingresos comportará unas medidas de restricción de la financiación de las asambleas territoriales. Algunas de ellas han anunciado que si se aprueban estas medidas tendrán que suspender sus actividades.
La enmienda que preocupa a las asambleas territoriales es la que afecta al artículo 3.12 del Reglamento de Régimen Interno que señala que «con carácter general corresponderá a cada una de las asambleas territoriales percibir trimestralmente en su subcuenta una tercera parte de las cuotas ordinarias que hayan sido satisfechas efectivamente por los miembros de la Asociación que estén adscritos a ella, de acuerdo con los criterios que establecerá el Secretariado Nacional. Con carácter especial, siempre que se justifique y fundamente adecuadamente, las asambleas territoriales que lo consideren adecuado podrán optar a una cantidad superior, siempre que no supere el 50% de las cuotas, y por un periodo previamente determinado en la solicitud. El abono será a final de cada trimestre».
En una enmienda al artículo siguiente, se indica que «los miembros del Secretariado Territorial son responsables del buen uso de los fondos puestos a su disposición. Los gastos de las territoriales deben gestionarse con criterios racionales y quedan sometidos a los objetivos, finalidades, actividades y estrategias propias de la Asamblea y que se desarrollen dentro de su propio ámbito».
El Secretariado Nacional justifica este control de la financiación de las asambleas territoriales diciendo que «cuando la pérdida de ingresos ordinarios de la entidad en los últimos cinco años se acerca al millón de euros, debe ser una responsabilidad compartida, en beneficio de toda la Entidad, aplicar criterios racionales».
Algunas asambleas territoriales han convocado a sus socios a reuniones en las que pretenden aprobar que se vote en contra de estas enmiendas porque, según se lee en una de estas convocatorias, «si prosperaran, la continuidad de nuestra territorial podría estar en riesgo, porque sin dinero no hay viabilidad».
La Asamblea de la ANC de finales de junio promete ser movida y no sólo por las discusiones habituales entre el sector orgánico dirigido por el presidente Lluís Llach y el crítico encabezado por Josep Costa, sino también por el miedo al ahogo económico de la entidad causado por la pérdida de apoyos y confianza de los catalanes en los últimos años.















