Convulsión política en Andorra. Un nuevo movimiento ciudadano bajo el nombre de Lliberació Republicana ha hecho público, a través de las redes sociales, un manifiesto con el lema: «Fem-los fora: República», a favor de un cambio de régimen en el país de los Pirineos.
Los promotores de esta iniciativa ya hace tiempo que se están organizando y que trabajan en ella, pero con mucha discreción, ya que quieren evitar las represalias profesionales y laborales que podría conllevar que se hiciera pública su identidad de manera prematura. El caso de Vanessa Mendoza, la líder feminista que fue denunciada y perseguida judicialmente por haber denunciado la penalización del aborto en Andorra ante un organismo de la ONU, así se lo aconseja.
Los republicanos andorranos se manifiestan partidarios de acabar con «la soga del feudalismo» que representan «dos señores feudales –los copríncipes–, que vetan la autonomía, ya no solo de nuestro país, sino incluso sobre nuestro propio cuerpo». A ambos copríncipes –el presidente francés Emmanuel Macron y el arzobispo Joan-Enric Vives– los tildan de «feudales, ambos extranjeros, y con intereses bien desalienados de los de nuestro país en general».
El manifiesto «Fem-los fora: República» señala que, 32 años después de aprobarse la Constitución democrática andorrana de 1993, «el poder real de nuestros copríncipes se ha hecho notar sobre nuestra soberanía como pueblo en muchas ocasiones; lo que sería una crisis en otro lugar es, aquí, normalidad al servicio».
Los autores del memorándum se cuestionan que el coprincipado sea garantía de soberanía y ponen como ejemplo el caso BPA, preguntándose «¿dónde estaban nuestros nobles copríncipes protectores» cuando se produjeron «las injerencias del gobierno de España?». En este sentido, creen que, en realidad, los copríncipes «son garantía de la oligarquía que nos gobierna».
En el manifiesto también se denuncian los grandes propietarios y las sagas familiares que dominan y controlan el país bajo el paraguas de los copríncipes. En cuanto a la vivienda, los republicanos afirman que «el mercado inmobiliario es suyo», al igual que las empresas, y «mientras nosotros hacemos el trabajo, ellos –los rendistas– se quedan los beneficios, y así lo tienen que mantener las leyes e instituciones».
Por todo ello, creen necesario poner fin «a que el poder político sea el de quien ha heredado las tierras o de dos príncipes extranjeros que nadie ha votado y velan por sus (no nuestros) intereses», por lo que manifiestan que «es el momento de tumbar el coprincipado y erigirnos en república para construir la democracia y la igualdad que nuestra sociedad anhela».
El obispado de Urgell y el condado de Foix acordaron, en el siglo XIII, compartir la soberanía y el poder sobre los valles de Les Valires, con la fórmula de los pareajes (1278 y 1288). Con posterioridad, el dominio del condado de Foix sobre Andorra pasó a manos de la monarquía francesa y, tras la Revolución de 1789, a la presidencia del país vecino.















