La consejera de Economía y Finanzas de la Generalitat de Catalunya, Alícia Romero, ha admitido que la reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas puede generar «dificultades» en algunas pequeñas y medianas empresas catalanas, pero ha mostrado su «respeto» por la medida, aprobada este martes por el Consejo de Ministros.
En una intervención en el Círculo de Infraestructuras, Romero ha confiado en que la propuesta «se acabe de concretar» durante el trámite legislativo: «Tiene que haber de alguna manera diferentes aplicaciones y maneras de adaptarlo, eso también lo ha dicho el gobierno español», ha indicado la consejera, que ha opinado que también habría que mejorar la productividad. «En un mundo ideal tendríamos que ser capaces de hacer lo mismo en 37,5 horas que en 40», ha apuntado.