¿Qué debe hacerse con los residuos atómicos que quedan después de ser utilizados para la producción de energía eléctrica y que mantienen una alta dosis de radioactividad durante miles de años? Este es el talón de Aquiles de la industria nuclear que, de momento, todavía no tiene una respuesta definitiva y convincente.
La fórmula que se propone es la construcción de un almacén geológico profundo (AGP), que ya se ha ensayado en Finlandia. Se trata de enterrar los desechos atómicos a gran profundidad y en un entorno geológico sin ningún peligro sísmico. En el caso de España, la construcción del AGP está planificada para el año 2073 (!).
¿Y mientras tanto? Una vez descartado el Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos atómicos que se había previsto en Villar de Cañas (Cuenca), la estrategia del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) es la construcción de Almacenes Temporales Individualizados (ATI) en cada una de las siete centrales nucleares que hay en España.
Eso es urgente. Hasta ahora, los residuos se guardan, para su refrigeración, en las piscinas que hay anexas a las centrales. Pero, con el paso de los años, estas piscinas ya están casi saturadas. En el caso de Cataluña, la piscina de Vandellòs II se calcula que estará llena en abril de 2027; la de Ascó I, en octubre de ese mismo año, y la de Ascó II, en abril de 2028.
Por lo tanto, es urgente construir los ATI para evitar el colapso de los residuos, lo que obligaría a la paralización inmediata de las centrales. Estos ATI son unas instalaciones a cielo abierto donde se apilan, expuestos a las inclemencias meteorológicas, columnas de contenedores rellenos de residuos altamente radiactivos.
El CSN ya ha iniciado los trámites para la aprobación y construcción de los ATI de Ascó y Vandellòs. ¡Pero, en el caso de Vandellòs, en lugar de un ATI, habrá dos! Uno para la central operativa Vandellòs II y otro para la unidad Vandellòs I, que sufrió un gravísimo accidente en 1989 y que está en proceso de desmantelamiento.
Los residuos atómicos más críticos de Vandellòs I fueron trasladados a Francia, donde están almacenados provisionalmente en el complejo nuclear de La Hague (Normandía). ¡Por este servicio, España paga diariamente 85.200 euros y, durante estos años, se calcula que la factura ya supera los 200 millones!
El Gobierno tiene prisa por que devuelvan a Vandellòs estos residuos depositados en Francia y, por ello, promueve la construcción de un MTI especial, además de lo que está previsto para Vandellòs II, a solo 5 kilómetros. El Ayuntamiento de esta localidad de El Baix Camp está totalmente en contra: un ATI, sí; dos, no, y reclama que se unifiquen.

