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Cruzar montañas y mares para el desarrollo e inaugurar un nuevo capítulo de cooperación beneficiosa para todos

Meng Yuhong

Cònsol general de la Xina a Barcelona.
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Recientemente, visité Lleida, provincia conocida por ser un importante centro agrícola y sostuve un intercambio con numerosos representantes empresariales del Parc Agrobiotech Lleida. Durante la conversación, muchos empresarios mencionaron con entusiasmo que el recientemente publicado Plan de Acción (2025-2028) para fortalecer la asociación estratégica integral entre la República Popular China y el Reino de España ofrece nuevas perspectivas para la exportación de cerezas y productos de cerdo españoles a China.

En abril, bajo el sol primaveral de la Casa de Huéspedes del Estado Diaoyutai en Beijing, el presidente de China Xi Jinping se reunió con el presidente del Gobierno español Pedro Sánchez. Esta fue la tercera visita del presidente Sánchez a China en los últimos tres años, lo que demuestra la firme voluntad y determinación de ambas partes de seguir profundizando sus relaciones bilaterales.

En el actual contexto internacional de compleja evolución, esta visita constituye una vívida práctica de la cooperación mutuamente beneficiosa. Desde la profunda base forjada en medio siglo de relaciones diplomáticas hasta el nuevo punto de partida marcado por el vigésimo aniversario de la Asociación Estratégica Integral, China y España han trazado una senda de amistad que trasciende montañas y mares, basada en la confianza mutua y los beneficios recíprocos.

La amistad entre China y España ha dado fructíferos resultados en su cooperación práctica. Desde que partió el primer tren de carga China-Europa (Yiwu-Madrid), esta línea ferroviaria transcontinental ha estado en funcionamiento por más de una década, convirtiéndose en un símbolo de la estrecha conexión económica entre ambos países. En 2024, el comercio bilateral alcanzó los 50.100 millones de dólares, y las inversiones chinas anunciadas en España ascendieron a casi 11.000 millones de euros, duplicando el monto acumulado de los ocho años anteriores.

Desde la instalación de fábricas de vehículos eléctricos hasta la cooperación en tecnologías energéticas verdes, desde la investigación conjunta en innovación tecnológica hasta los intercambios culturales y turísticos, la cooperación bilateral no solo ha creado empleo y elevado el nivel industrial a escala local, sino que también ha inyectado un fuerte impulso a la estabilidad de las cadenas industriales y de suministro a nivel mundial.

El dinamismo del gran mercado chino proporciona certidumbre y fuerza motriz al crecimiento económico del mundo, incluida España. Como la segunda economía más grande del mundo, China ha mantenido durante 15 años consecutivos su posición como el mayor país manufacturero. Su megamercado continúa liberando el potencial de consumo. En el primer trimestre de este año, el volumen total de ventas minoristas de bienes de consumo de China aumentó un 4,6 % interanual.

Desde el auge en la preventa de lavadoras de tres tambores hasta la alta demanda de billetes para los trenes turísticos dirigidos a personas mayores, desde el pujante desarrollo de la economía de hielo y nieve hasta el crecimiento del comercio electrónico transfronterizo pese a las adversidades, el mercado chino está generando una nueva ola de consumo impulsada por múltiples escenarios.

China ha puesto en marcha de manera profunda acciones especiales para estimular el consumo, fomentando y ampliando el mercado de demanda interna; además, ha lanzado la campaña “Gira de productos premium de exportación en China” para promover el desarrollo integrado del comercio interior y exterior. Las empresas españolas han captado estas oportunidades con agudeza, transformando la “demanda china” en el aumento de la cooperación: China ya es el mayor socio comercial de España fuera de la UE, reafirmando el consenso de que “caminar con China es caminar con las oportunidades”.

La certidumbre de los logros económicos de China proviene de la arraigada base del desarrollo de alta calidad. Frente a los fuertes vientos y mareas en el entorno exterior, el producto interior bruto (PIB) del primer trimestre creció un 5,4% interanual, el valor añadido de las industrias creció un 6,5%, y la tasa de crecimiento de las industrias manufactureras de alta tecnología alcanzó el 9,7%, mostrando una tenacidad inquebrantable, resistente a mil embates y desafíos.

El tren de alta velocidad CR450, el más rápido del mundo, avanza a toda velocidad en pruebas; la plataforma de perforación automatizada de 10.000 metros explora las profundidades de la Tierra; y los teléfonos móviles con triple pantalla plegable marcan tendencia. Detrás de estos “pilares de una gran potencia” y “tecnologías de vanguardia” se encuentran los abundantes frutos de la actualización industrial de China y su firme impulso del desarrollo de alta calidad.

Frente a la contracorriente del unilateralismo, el presidente Xi Jinping señaló que en una guerra arancelaria no hay ganadores. China y Europa deben cumplir con sus responsabilidades internacionales, defender conjuntamente la tendencia de la globalización económica y el entorno del comercio internacional, y resistir juntos las prácticas unilaterales y de matonismo, no solo para proteger sus derechos e intereses legítimos, sino también para salvaguardar la equidad y la justicia internacionales, así como las reglas y el orden internacionales.

El presidente del Gobierno español Pedro Sánchez ha respondido con firmeza que “en una guerra comercial no hay ganadores”, y reafirmó que Europa defiende el libre comercio, el multilateralismo y se opone a los aranceles unilaterales. Las acciones concretas de apertura y cooperación entre China y España demuestran que el proteccionismo está condenado al fracaso, y que el beneficio mutuo es la vía correcta.

Cuando los barcos que salen de China llegan al Port de Barcelona, y los trenes cargados de productos españoles cruzan montañas y ríos rumbo al este, se va desplegando el nuevo capítulo de cooperación entre China y España. Tal como lo fueron las campanillas de camello y los veleros en la antigua Ruta de la Seda, las historias de la cooperación sino-española de hoy se convertirán sin duda en una voz potente de la era en la construcción de una comunidad de futuro compartido de la humanidad.

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