El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha vuelto a acaparar las críticas de Junts a raíz de su intervención durante la comparecencia del expresidente catalán Artur Mas en la comisión de investigación de la operación Cataluña de la cámara baja. Rufián centró parte de su intervención en preguntas sobre cuentas corrientes en el extranjero, la relación de Mas con Jordi Pujol Ferrusola, hijo del expresidente catalán Jordi Pujol, y también sobre los acuerdos de Junts y el PP, cuestiones que han molestado a los posconvergentes.
El responsable de Relaciones Internacionales de Junts y director de la oficina europarlamentaria del partido en Barcelona, Aleix Sarri, ha tachado la intervención de Rufián de «delirante y fuera de lugar» y le ha acusado de «cainismo, resentimiento extremo y actitud de fiscal». En su opinión, el líder de ERC en el Congreso hace, «de nuevo», «el juego al españolismo». El diputado juntero en la cámara baja Josep Pagès y la columnista independentista Pilar Rahola se han hecho eco del mensaje de Sarri en X.
Por su parte, la exconsejera de Investigación y Universidades Gemma Geis ha dado «todo el apoyo» a Mas y ha señalado, en una publicación en la misma red social, que «Rufián pasará a la historia por hacer un interrogatorio acusatorio en el Congreso de los Diputados a todo un Presidente de la Generalitat que ha sido espiado y represaliado». Rahola también se ha hecho eco del mensaje de Geis y ha añadido que «Rufián hace tiempo que ha pasado a la historia de la ignominia».
En la misma línea que Sarri y Geis, el exregidor de Altafulla y profesor de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) Héctor López Bofill ha acusado al portavoz de ERC en el Congreso de «miseria moral» por sus «ataques» a Mas, y ha apuntado que «debe formar parte del Estado profundo represor». La jurista y número dos de Junts per Catalunya en las elecciones europeas del 9 de junio de 2024, Neus Torbisco Casals, también se ha sumado a las críticas y ha cargado contra la «indecencia política» de Rufián.
«Lamentable. Sobre todo, porque la indecencia política es una estrategia vistosa para esconder que ni Gabriel Rufián ni su partido tienen ninguna idea ni estrategia para alcanzar el objetivo independentista ni combatir las vulneraciones de derechos humanos. Y en lugar de aprovechar para denunciarlas y solidarizarse, convierte la intervención en una acusación para insistir en su monotema de ataque a las políticas convergentes del presidente Mas. Sin invocar este argumento ad eternum no tienen ninguna identidad política y ya se podrían fusionar con Comuns o PSC. Un insulto a la inteligencia…», ha manifestado Torbisco en una publicación que ha compartido el diputado de Junts en el Parlament Francesc de Dalmases.