Desde el 7 de octubre de 2023, aal menos 211 periodistas y trabajadores de medios han sido asesinados en la Franja de Gaza, según datos verificados por Naciones Unidas. Entre ellos se encuentran 28 mujeres y al menos 47 murieron mientras ejercían su labor, de acuerdo con la UNESCO. A esa cifra se suman los 49 comunicadores palestinos que permanecen detenidos en cárceles israelíes, según la Comisión Palestina de Detenidos. Los bombardeos también han alcanzado a familias enteras de periodistas, como ocurrió con la fotoperiodista Fátima Hassouna, asesinada junto a nueve familiares en un bombardeo contra su vivienda en el barrio de Al Tuffah, al este de Ciudad de Gaza.
Pese a la gravedad de estos datos, Israel sigue impidiendo el acceso de periodistas internacionales a Gaza. La Asociación de Prensa Extranjera (FPA) ha denunciado este bloqueo informativo como «una vergüenza» y un ataque directo a la libertad de prensa. La organización ha asegurado que nunca antes se había prolongado tanto una censura de este tipo en Israel y ha acusado al Gobierno israelí de eludir sus responsabilidades incluso ante la Corte Suprema, donde el caso sigue pendiente.
Actualmente, la cobertura de lo que ocurre en Gaza depende casi exclusivamente del trabajo de los reporteros palestinos, quienes informan en medio del asedio, con escasos recursos y a riesgo de sus vidas. La próxima audiencia judicial, prevista para el 21 de mayo, podría ser clave para desbloquear el acceso de la prensa extranjera, aunque ya en enero el tribunal rechazó una petición similar. Mientras tanto, organizaciones como el Comité para la Protección de los Periodistas advierten de que más del 70% de los asesinatos de comunicadores en este conflicto habrían sido cometidos por el Ejército israelí.