Solo dos personajes con la única y ciega misión de proteger a Joan Laporta de su increíble e ilimitada capacidad para la autodestrucción pueden hilvanar un cruce de tantas lisonjas recíprocas, de milongas sin matices, embustes como catedrales, y rezar juntos por la inmunidad, inviolabilidad y la beatificación del padre-nuestro Laporta. Ese es su cielo como demostraron en el Chiringuito del tal Jota Jordi, Solo para Culés, en YouTube, que viene a ser un pseudo-filial catalán del El Chiringuito de Jugones de Josep Pedrerol con Jota Jordi como esbirro a su servicio y al de los planes de Florentino Pérez, inequívoco patrocinador de los contenidos de ambos programas.
Enric Masip es un todoterreno del aparato mediático laportista al que, por su mala fama en X, de donde y ha salido y entrado varias veces por insultar a cualquier barcelonista que no es de la secta ni palmero del laportismo, y también por esa vertiente fascistoide que no es capaz de reprimir, solo se le deja suelto cuando no hay ningún riesgo de que la prensa y los tentetiesos laportistas del ámbito digital y del streaming le puedan intimidar con preguntas tan básicas que hasta un niño respondería, pero no él. Un asesor de la junta que, abiertamente, saca pecho de cómo la junta le ha dado la vuelta al club en lo económico es que, sin duda, permanece criogenizado durante la mayor parte del tiempo y solo sale con el bate de ajustar cuentas con la prensa cuando los goles de la Masía lo tapan todo.
Masip, aunque va a las asambleas, donde se le ha visto haciendo callar a los socios compromisarios siendo solo un empleado/invitado, no se entera de nada. No sabe que no hay margen salarial para fichar ni a Pau Víctor, que el año pasado se cerró con 91 millones de pérdidas, y que el auditor al que su presidente ha ninguneado y despedido le reclamaba a Laporta otros 208 millones por haber engañado a medio mundo con la quimérica y falsa venta de Barça Studios. Masip vive como un fantasma en esa casa de los horrores financieros laportista. Él no deja de ser un espectro más en esa casa poseída por el caos, el amiguismo y el nepotismo.
En el reciente mano a mano con Jota Jordi, entre ambos no dijeron una verdad de la situación ni equivocándose a lo largo de una entrevista que remataron con sus fantasías sobre el homenaje a Messi. Según Masip, Laporta y Messi mantienen una relación muy cercana y paternal, pues fue “Laporta el presidente que apostó y confió en Messi desde sus inicios en el primer equipo. Durante esos años, el club protegió y potenció el desarrollo de Messi, y Laporta ejerció un papel casi paternal, estando muy presente en los momentos clave de su carrera juvenil y profesional. Bajo su presidencia, Messi se consolidó como estrella mundial y pieza angular del mejor Barça de la historia”.
Claro, Masip no recuerda que por culpa de Laporta y de redactar mal un contrato estuvo medio año sin poder jugar en el primer equipo, que también por su culpa Leo pudo irse gratis, y que, de acuerdo con Txiki Begiristain, Laporta había cerrado su cesión al Espanyol porque ni Johan Cruyff ni Frank Rijkaard le veían futuro más allá de ser demasiado individualista y un driblador compulsivo.
Luego precisó que con la llegada de otras directivas, las de Sandro Rosell i Josep Maria Bartomeu, la relación entre Messi y la presidencia del club pasó a ser más institucional y, en ocasiones, tensa debido a decisiones de gestión y problemas internos. Y que con la vuelta de Laporta a la presidencia en 2021 se generó mucha ilusión respecto a la posibilidad de que Messi continuara en el club, ya que ambos mantenían una relación cordial y de aprecio mutuo. Sin embargo, explicó que, a pesar de la voluntad mutua, la situación económica del club impidió su renovación y Messi tuvo que marcharse al PSG, lo que supuso un gran golpe tanto para el jugador como para Laporta.
De ahí, pasó a desencadenarse sobre el homenaje que planea Laporta, pues “desde la directiva del Barça siempre han manifestado su intención de hacerle un gran homenaje a Messi, reconociendo su enorme legado en la historia del club”, que no es sencillo encontrar el momento y las condiciones ideales para realizar ese homenaje, en parte debido a los compromisos profesionales y personales de Messi desde su salida del club.
A su lado, como no podía ser de otro modo, Jota Jordi interpretó que Masip le daba la exclusiva de que Laporta y Messi ya han cerrado el acuerdo de ese homenaje que se anunciará en cuanto el Spotify esté a pleno rendimiento.
La única conclusión es que si el diálogo ha llegado a oídos de Messi -que no quiere saber nada de Laporta porque ya le ha engañado dos veces: en agosto de 2021, cuando lo echó sin contemplaciones, y en verano de 2022, cuando casi lo engatusa para volver sin disponer de margen salarial para inscribirlo-, el delantero argentino aún se cabreará muchísimo más con presidente. Laporta, además de darle una patada después de ganar las elecciones prometiéndole renovar, ahora intenta imponer una versión según la cual fue Leo el que dejó tirado al Barça, quien no quiso renovar, quien exigió un contrato que arruinaba al Barça, quien luego no quiso volver tras su paso por el PSG porque ya no era capaz de soportar la presión de la Liga, y quien, por último, se ha convertido en alguien tan presuntuoso y altivo que se está pensando si acepta el homenaje que Laporta le ha ofrecido.
En el mundo de la mentira permanente de Laporta, Enric Masip es una ametralladora de embustes completamente fuera de control, aún más que su presidente.
