Las situaciones de riesgo de suicidio que llegan a los ‘ojos’ del sistema de salud crecen. La Mesa de Prevención del Suicidio del 061 Salut Respon atendió en 2024 a 10.840 personas y, de ellas, el 10,7% eran menores de edad, con 1.164 consultas, un 14% más que en 2023 (1.021). Son datos facilitados por el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) a la Agència Catalana de Notícies (ACN).
En los últimos años, también han incrementado las tentativas y las ideaciones. Ante esta realidad, Diego Palao, coordinador del Plan de prevención del suicidio (PLAPRESC), apunta como una de las explicaciones que las personas consultan más ante el sufrimiento. La entidad Després del Suïcidi-Associació de Supervivents reconoce más sensibilidad social y advierte: «No hay nada que desaparezca por no hablar de ello. Al contrario: el silencio mata».
La muerte por suicidio es compleja y multifactorial -no depende de un único factor de riesgo- y tanto los responsables de las acciones sanitarias como las entidades entrevistadas ponen el acento en la prevención: en la necesidad de políticas que tengan continuidad en los años y de hablar de una realidad aún muy silenciada. Para los expertos, la pandemia de la covid-19 visibilizó la salud mental, pero aún queda mucho camino por recorrer.
El 061 Salut Respon, del SEM, atendió el año pasado 17.172 consultas no presenciales de personas con riesgo de suicidio, 47 al día de media. De ellas, 10.840 personas fueron atendidas desde la Mesa de Prevención del Suicidio (30 al día de media, algo menos que el año anterior, con un total de 11.670 consultas). El resto de llamadas fueron atendidas por la Central de Coordinación Sanitaria: al detectar una emergencia, se gestionan directamente desde la sala de Emergencias.
Las consultas atendidas desde la Mesa de Prevención del 061 confirman que las mujeres buscan más ayuda: el 60% eran mujeres y el 40%, hombres. La franja de edad con más consultas es la de los 41 a los 65 años, con más de 4.500.