El proceso independentista de 2012-17 acabó con una enorme y enrevesada munición de procesos judiciales, muchos de los cuales aún se arrastran por los tribunales catalanes, españoles y europeos. Uno de ellos lo acaba de cerrar ahora el Tribunal Supremo de Bélgica: ha desestimado definitivamente la demanda que el expresidente Carles Puigdemont y otros expatriados presentaron contra el magistrado PabloLlarena, el instructor de la causa principal del procés y del referéndum del 1-O.
Con esta demanda, la cúpula procesista pretendía desautorizar a Pablo Llarena y forzar que, con posterioridad, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) se pronunciara sobre la competencia de este magistrado para investigar los hechos del 1-O. Pero las autoridades judiciales belgas han enterrado esta estrategia del abogado Gonzalo Boye.
