Icono del sitio El Triangle

Oxfam Intermón avisa de que España es el tercer país de la UE con más pobreza laboral y dice que la tasa se mantiene en el 12%

Un trabajador de las obras de les Glòries (Maria Pratdesaba, ACN)

Un trabajador de las obras de les Glòries (Maria Pratdesaba, ACN).

Oxfam Intermón ha alertado de que España es el tercer país de la UE con más pobreza laboral, con una tasa del 11,6% que no ha mejorado a pesar del crecimiento de la economía del 3,4% en 2024 y la creación de más de 400.000 puestos de trabajo. La ONG destaca que esta problemática afecta especialmente a personas con contratos a tiempo parcial, autónomos, migrantes y familias con hijos y reclama medidas como una prestación universal para la infancia, la implantación de la Directiva europea sobre contratos parciales y la automatización anual del aumento del salario mínimo.

El origen de las personas trabajadoras juega un papel decisivo: casi el 30% de los ciudadanos extracomunitarios sufren pobreza laboral, una proporción tres veces superior a la de la población autóctona. Esto pone en evidencia una fuerte discriminación estructural en el mercado de trabajo español, explica Oxfam Intermón.

El nivel educativo también determina el riesgo de pobreza laboral: el 19,2% de las personas solo con estudios primarios la sufren, mientras que solo afecta al 5,7% de las personas con estudios superiores. Además, los autónomos y los trabajadores a tiempo parcial están especialmente expuestos, con tasas de pobreza muy superiores a los asalariados a jornada completa.

La composición familiar influye claramente en la vulnerabilidad económica: las familias con menores son las más afectadas, especialmente las monomarentales (30%) y numerosas (36,4%). A pesar de los avances legislativos recientes, Oxfam asegura que todavía hay millones de trabajadores atrapados en situaciones precarias.

Finalmente, Oxfam denuncia la gran desigualdad entre los salarios de los trabajadores y los ingresos de los directivos de grandes empresas, que aumentaron un 11% en 2024. Los salarios reales crecieron solo un 0,6%, mientras que los directivos de las principales empresas españolas cobraron una media de 7,7 millones de euros, reflejando una brecha creciente y preocupante.

Salir de la versión móvil
Ir a la barra de herramientas