La federación de Barcelona de ERC, con un millar de militantes, es la más importante del partido. Tras la celebración del 30º congreso de Esquerra, que ratificó el liderazgo de Oriol Junqueras, con Elisenda Alamany como secretaria general, se ha procedido a la renovación de cargos de la federación de la capital catalana. Y ha saltado la sorpresa.
Rompiendo las previsiones, la candidatura crítica (Dignitat Republicana), encabezada por Creu Camacho, se ha impuesto a la oficialista (Endavant Barcelona), que lideraba Eva Baró, con el apoyo explícito de Oriol Junqueras y Elisenda Alamany. Aunque la diferencia entre las dos listas sólo ha sido de 14 votos, la interpretación es clara: los militantes de ERC de Barcelona han desautorizado a Oriol Junqueras y ponen en cuestión su línea política de actuación.
En especial, en dos capítulos muy sensibles: las relaciones y pactos con el PSC y el gobierno de Pedro Sánchez y el cierre en falso de la investigación sobre la llamada «estructura B». La derrota de Oriol Junqueras en la federación de Barcelona ratifica la profunda división que aún persiste en el partido independentista republicano y la debilidad de su liderazgo.