Miles de personas se han manifestado este Primero de Mayo en Barcelona, convocadas por CCOO y UGT, para exigir la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas y otras mejoras sociales. Bajo el lema ‘Proteger las conquistas, ganar el futuro’, los sindicatos han defendido el derecho a conciliar mejor la vida laboral y personal y han reclamado que el Congreso tramite urgentemente la reforma. Los líderes sindicales, Belén López (CCOO) y Camil Ros (UGT), han puesto el acento en la necesidad de poner los cuidados en el centro y reformar el despido.
La protesta, que ha reunido a entre 2.200 y 5.000 personas, ha recorrido el centro de la ciudad y ha terminado ante Foment del Treball. En los discursos, se ha pedido un voto favorable al Congreso para que la ley de reducción horaria entre en vigor antes de fin de año. También se ha denunciado el uso banal de los despidos, en referencia al ERE de Freixenet, y se ha exigido una mesa de diálogo para reformar este mecanismo.
Finalmente, los sindicatos han reafirmado la vigencia de la movilización en la calle, rechazando que los derechos sociales se consigan solo con redes sociales. Han reivindicado su papel antifascista y han criticado movimientos como la OPA del BBVA al Banco Sabadell. El acto ha concluido con himnos y homenajes a víctimas de la siniestralidad laboral, con presencia de representantes políticos como Urtasun, Junqueras, Moret y Collboni.











