El ex presidente de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), del Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT) y de la Generalitat Artur Mas ha recibido una avalancha de criticas e insultos en las redes sociales a raíz de unas declaraciones que hizo el viernes en el programa Col·lapse de TV3 en las que atribuyó al alzheimer que sufre Pasqual Maragall las acusaciones que hizo a CDC, en 2005, de financiarse irregularmente. Maragall, entonces presidente de la Generalitat, dijo a Mas, en una sesión del Parlament: «ustedes tienen un problema y este problema se llama 3%». Mas exigió a Maragall que retirara esta afirmación y Maragall lo hizo.
El escándalo periodístico y judicial de la financiación irregular del partido de Jordi Pujol acabó llevándolo a cambiar de nombre y a llamarse primero PDeCAT y después Junts, para intentar evitar las sanciones económicas impuestas por los jueces. Daniel Osàcar, tesorero de CDC entre los años 2005 y 2010, reconoció la financiación ilegal del partido y afirmó en sede judicial que Artur Mas tenía que estar al corriente del cobro ilegal de comisiones. Condenado a cuatro años y cinco meses de prisión por el cobro de comisiones ilegales por parte de CDC en el caso del Palau de la Música, murió el año pasado.
En la entrevista en Col·lapse, su presentador, Ricard Ustrell, preguntó a Mas: «El presidente Maragall se enfada y dice aquello del 3%. ¿Cómo lo vivió usted?». La respuesta del ex presidente de CDC fue: «Muy mal. Me enfadé mucho. Había oído cosas, había leído la editorial de un diario de Barcelona. En ese momento, lo atribuí a una maravilla (había sido jefe de la oposición en el ayuntamiento cuando él era alcalde. Teníamos un trato correcto y hablábamos a menudo). En ese momento no entendí nada y reaccioné duramente. Ahora, también tengo que decirle que con el paso del tiempo supimos cosas que entonces no sabía. Cuando anunció la enfermedad años después, atribuí algunas cosas que pasaban en la época a que la enfermedad no estaba desarrollada pero ya estaba ahí. Y que, por tanto, en su acción política podía haber acciones que obedecieran a algo desconocido. No lo digo por eso solo. Pasaron otras cosas en nuestra relación privada y no pública que en ese momento no entendí y que después, sabiendo lo que se supo, pues fuimos ligando algunos cabos». Y resumió su reflexión con esta frase: «Era probablemente el inicio de aquella enfermedad pero no lo puedo afirmar porque no soy especialista ni mucho menos pero intuyo que algo ya había».
La indignación que esta respuesta generó se reflejó inmediatamente en las redes sociales, donde aparecieron muchos mensajes que le reprochaban sus palabras. Algunos usuarios de la red X lo calificaron de «mezquino» o de «Molt Miserable». Los posts tuvieron decenas de miles de visitas y comentarios. Dirigentes socialistas como el presidente del PSC, Miquel Iceta, o la diputada Beatriz Silva, presidenta de la Comisión de Control de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) del Parlament, suscribieron la exigencia de una rectificación por parte de Mas.
La periodista Rosa Cullell escribió «En la vida, lo peor es no saber estar y comportarse como un niño mal educado. Qué desagradables y fuera de lugar las declaraciones de Artur Mas sobre Pasqual Maragall». «Es miseria pura», comentó una usuaria y Cullell le dio la razón: «Es otra manera de decirlo».
El ex presidente de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, llegó a decir que tenía informaciones de que el problema de CDC no era del 3% sino del 5%. Carod-Rovira no tiene alzheimer. Artur Mas tendrá que buscar otra excusa.

