Noche y niebla en Kurdistán y en el mundo

En agosto de 2014, Estado Islámico (ISIS) lanzó una ofensiva en el Kurdistán iraquí y causó una masacre en la ciudad de Sinjar. Centenares de hombres fueron asesinados y se calcula que unas 300 mujeres fueron esclavizadas. La voluntad de los terroristas era expulsar a la mayoría kurda, y especialmente se concentró en eliminar la que practicaba la religión yizadí. Al menos 300.000 de las 500.000 personas que vivían en la zona huyeron a las montañas.

La cineasta kurda Shilan Saadi nos acerca en la película «Noche y niebla en Kurdistán» como salen adelante siete chicas yazidis en los campos de refugiados donde fueron a parar escapando de la violencia del ISIS. Les propone hacer un documental en base a las filmaciones que hagan con unas cámaras que les deja en el primer campo donde se instalaron, en Dijarbakir, en Turquía. Vemos cómo pasan los años y estas chicas y sus familias van repartiéndose por varios países europeos. Vemos familias rotas, la tristeza y desesperación que supone vivir en unas tiendas frágiles en un país que no se lo pone nada fácil. La Turquía de Erdogan no tiene buena relación, precisamente, con la comunidad kurda. La región del Kurdistán está distribuida en cuatro países: Irak, Siria, Irán y Turquía. Un Kurdistán unificado reuniría a más de 50 millones de personas. Es una aspiración a la que se oponen los gobernantes de los países donde viven miembros de esta comunidad.

Los países europeos no ponen facilidades a la reagrupación de las familias que huyeron de la locura sanguinaria de Estado Islámico. Cuando la directora le pregunta a una de estas chicas, instalada finalmente en un país europeo, si volverá a Sijar, ella le dice que el día que haya seguridad. Este día, pese a que han pasado once años de la masacre que la hizo huir, no ha llegado aún.

Choca e indigna ver cómo Europa pone dificultades a unas chicas y unas familias que han pasado por un trance como este y quieren trasladarse a uno de sus países.

Vuelves del cine a casa y te encuentras con noticias de un Donald Trump que impone la detención de inmigrantes para expulsarlos de Estados Unidos. O lees la enésima declaración de algún dirigente de extrema derecha responsabilizando de todos los males y problemas sociales a los inmigrantes y a los refugiados.

Piensas en el sufrimiento de estas siete chicas y en las prioridades de algunos partidos políticos, no sólo los de extrema derecha, y no te queda más salida que agradecer a la Asociación Catalana por la Paz y a International Action for Peace el esfuerzo de organizar festivales como Incert, del que forma parte «Noche y niebla en Kurdistán», una noche y una niebla que se ciernen más allá del territorio kurdo afectando a demasiados países, entre ellos el nuestro.

(Visited 18 times, 1 visits today)

HOY DESTACAMOS

Deja un comentario

Noticias más leídas