No hace falta que sea Sant Jordi para regalar libros y rosas a quien sea, cuando sea y por lo que sea. Así que propongo tres libros que no caducan.
Septiembre de 1941. Mi padre después de haber luchado en las trincheras defendiendo la República, haciendo el servicio militar en la población de Larache escribe a la que sería mi madre y le dice: he tenido la ocasión de leer otra vez «Amor», «24 horas de vida de una mujer» y «Primavera Mortal», las he encontrado tan bonitas. ¡Hacía tanto tiempo que no leía algo bueno!. Leído este comentario salí de casa con la suerte de encontrar en la librería del barrio Veinticuatro horas en la vida de una mujer de Stefan Zweig, editada por Quaderns Crema en catalán y por Acantilado en castellano. Creo que no es necesario presentar a Stefan Zweig. Un monstruo de la novela y del relato de la vida, la suya y la de los demás.

En la contraportada de la versión en castellano, se transcribe una parte del contenido: ¿Usted no encuentra, pues, odioso, despreciable, que una mujer abandone a su marido y a sus hijas para seguir a un hombre cualquiera, del que nada sabe, ni siquiera si es digno de su amor? ¿Puede usted realmente excusar una conducta tan atolondrada y liviana en una mujer que, además, no es ya una jovencita y que siquiera por amor a sus hijas hubiese debido preocuparse de su propia dignidad?.
Escrita en 1927 esta novela de 100 páginas es una pequeña joya narrativa en la que Zweig nos sumerge, con una capacidad de empatía excepcional, en la vida de las mujeres a través de Mistress C., a la que el narrador describe como una anciana y distinguida dama inglesa…. con …. un aspecto físico sumamente agradable. En la novela a esta anciana se le adjudica una edad de 67 años a cubierto de toda maledicencia. Zweig indaga en el ser femenino especialmente los sentimientos de pasión, amor, contradicciones, moral y libertad individual.
Segundo libro, Tierra de los hombres de Antoine de Saint-Exupéry, editado por Ladera Norte. 165 páginas. Sin duda el libro más conocido y leído de este autor es el Principito pero no lo es el que ahora propongo. En Tierra de los hombres Saint-Exupéry nos habla de sí mismo utilizando como materia prima su profesión de piloto de rutas aéreas postales. Da testimonio de los países visitados, la condición humana en las diferentes culturas, su capacidad de observación, introspección y lo que significa para él la experiencia de vuelo. Un libro en el que el autor muestra, una vez más, una gran sensibilidad y capacidad de emocionar al lector en este caso desde hechos reales vividos por él.
Tercer libro, Libertad de Angela Merkel escrito con la participación de quien fue su principal colaboradora en los ministerios y durante los cuatro mandatos en que fue canciller de la Alemania unificada, Beate Baumann. Editado por RBA. 792 páginas.
Se trata de las memorias de la política alemana que abarcan desde su infancia hasta la retirada de la actividad política pública. Nacida en la antigua RDA, hija de un pastor protestante y de una madre inquieta culturalmente que pudo impartir clases de alemán, matemáticas, latín y griego pero que al ser la esposa de un pastor no pudo ejercer en la escuela pública. Con la lectura del libro se sigue su evolución personal, la concienciación social facilitada por la cobertura que ofrecía la actividad del padre en donde había lugar para el pensamiento crítico y la reflexión personal compartida en un entorno político de falta de libertad personal y colectiva propio de la RDA. De su padre dice: Una vez finalizada la guerra, y después de los horrores del nacionalsocialismo, estaba convencido de que para iniciar una nueva vida necesitaba una ética basada en la paz. En su caso, esa ética nació de su fe cristiana. A. Merkel se doctoró en ciencias físicas y su entrada en el mundo de la acción política coincidió con la caída del muro de Berlín el 8 de noviembre de 1989.
En enero de 1991 fue nombrada, como miembro del nuevo gobierno unificado del Helmut Kohl, ministra para Asuntos de la Mujer y la Juventud, sólo 14 meses después de la caída del muro y llegó a Canciller en noviembre de 2005.
La lectura del libro demuestra que en una realidad política actual marcada por el histrionismo, las malas formas y la falta de formulación de políticas públicas alternativas la admiración y respeto por el adversario político, en este caso una persona supuestamente conservadora, es posible.
Ah, no olvide las rosas.