El Gobierno de la Generalitat ha aprobado el Plan Respondemos, que con 1.500 millones de euros piensa hacer frente a la imposición en todo el mundo de aranceles decretado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
La iniciativa, pionera en España, tiene un doble objetivo: proteger el tejido empresarial y agrícola de Cataluña y reforzar su internacionalización. De este modo, prevé actuaciones directas sobre toda la cadena de valor e incluye ayudas, financiación, inversión pública y servicios de asesoramiento empresarial.
Según los cálculos del Gobierno catalán, esta decisión de Trump, que ahora está suspensa provisionalmente, podría afectar a unas 3.100 empresas y más de 4.300 millones de euros en exportaciones.
Aunque, al final, podría ser que Trump dejara sin efecto esta medida, desde el Gobierno se mantiene el plan. La consejera de Economía y Finanzas, Alicia Romero, explicará en el Parlamento este plan. El Gobierno catalán está abierto a incluir aportaciones de los grupos parlamentarios, tal y como ha explicado la consejera Romero.
De este modo, esta inversión de 1.500 millones de euros se desarrolla en cinco grandes bloques: ayudas directas de 300 millones a los sectores más expuestos (como el agroalimentario), líneas de crédito bonificadas (900 millones) a través del ICF, inversión pública en empresas estratégicas (150 millones), asesoramiento y apoyo a la internacionalización (130 millones), y campañas (20 millones) para poner en valor los productos catalanes en otros mercados internacionales.
El conjunto de acciones busca garantizar estabilidad, competitividad y presencia exterior de la economía catalana. Desde el primer momento, el Gobierno de Salvador Illa ha querido mantener informados a los agentes económicos, sociales y políticos de Cataluña de las medidas que tenía previsto tomar para atenuar los posibles efectos que la crisis de los aranceles podía tener en el tejido económico de Cataluña. Así, ha mantenido encuentros con los principales agentes económicos y sociales (Pimec, Fomento, UGT y CCOO), el Consejo General de Cámaras de Cataluña y representantes de los grupos parlamentarios.
Además, tanto el presidente Illa como varios consejeros, se están reuniendo con los sectores que podrían estar más afectados por los aranceles. Existe el sector farmacéutico y químico, el de maquinaria, el automovilístico y, sobre todo, el agroalimentario, con el vino y el aceite. Desde la Generalitat se insta a buscar mercados alternativos y se ofrece a las empresas exportadoras toda la ayuda de ACCIO, las oficinas comerciales de la Generalitat.
En cuanto al sector agroindustrial, el consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Óscar Ordeig, explicó a las empresas que «los Estados Unidos son y seguirán siendo un mercado clave para Cataluña. A pesar de la aplicación de estos aranceles injustificados, no podemos abandonar las exportaciones».
Así, Ordeig apeló a que las compañías agroalimentarias sigan apostando por la valorización de los productos catalanes y por una internacionalización sólida y diversificada, buscando nuevos mercados.
Por su parte, el presidente Illa consideró que la pausa en la entrada en vigor de los aranceles abre una oportunidad a la negociación. De la misma opinión es Carlos Cuerpo, ministro español de Economía y Comercio, quien se ha entrevistado en Washington con el secretario del Tesoro, Scott Bessent.
A pesar de todo, el Gobierno tiene la intención de mantener el plan Respondemos. Según Illa, el comportamiento de Trump es arbitrario y cree que no se puede dar nada por hecho. Precisamente por ello, remarcó que hay que estar preparados por si conviene responder. «Hay una pausa, pero la situación es nueva; entramos en un mundo nuevo», alertó el presidente catalán.» Una agenda completa en un momento delicado y relevante para Europa, donde desde Cataluña lo que queremos es reafirmar los valores europeos y contribuir desde nuestra posición a afianzar y reforzar el proyecto europeo».