El último barómetro del CEO de la Generalitat no ha traído buenas noticias para CarlesPuigdemont, que paga las consecuencias de su tibieza con el partido de extrema derecha que lidera Sílvia Orriols. Esta ambigüedad es letal en política y, de este modo, el sondeo prevé un fuerte retroceso de Junts (pasaría de 35 a 27-29 diputados en el Parlament) y un meteórico ascenso de AliançaCatalana (de 2 a 10 diputados).
Como un niño pequeño, Carles Puigdemont ha reaccionado con una pataleta ante estos datos del CEO, afirmando, sin ningún tipo de prueba, que están manipulados: “Los sondeos se han convertido, desde hace tiempo, en una herramienta para la propaganda política. Últimamente ni el CIS ni el CEO han podido evitar la tentación y publican resultados que parecen perseguir más un efecto político que contribuir a aportar datos para el análisis del momento político. Dicho esto: los sondeos (todos, los que te van bien y los que te van mal) se tienen que coger con mucha prudencia, sobre todo si pasa como en el caso del CEO, que presenta serias carencias”, ha escrito en X.
Además, considera que este barómetro es un caso de derroche de dinero público.
