La Sindicatura de Cuentas cree que el sistema de financiación debe prever los cambios de ciclos económicos. El síndic mayor, Miquel Salazar, ha explicado en el Parlament que su informe sobre la deuda pública de la Generalitat entre 2002 y 2022, constata que la deuda de la Generalitat se disparó debido a la crisis económica de 2008 y la infrafinanciación del sistema acordado en 2009.
De este modo, una de las principales conclusiones es que una parte significativa del endeudamiento de Cataluña es debido a la insuficiencia financiera colectiva sufrida por las comunidades autónomas de régimen común al final del boom inmobiliario y durante los años de la crisis iniciada en 2008.
Según cuál sea la referencia considerada para valorar los recursos que deberían haberse garantizado, la infrafinanciación sufrida representaría entre un 26,99% y un 39,72% de la deuda de Cataluña del ejercicio 2022, teniendo en cuenta los gastos financieros que se derivan. Esto representa un déficit de 6.273 millones de euros a 33.571 millones, dependiendo del escenario que se contemple.
El primero sería la infrafinanciación relativa respecto a la financiación normativa por habitante ajustado de la media de las comunidades de régimen común. El segundo escenario sería la compensación de los efectos recaudatorios de le geli modificaciones al alza del IVA y de los impuestos especiales. El escenario tres sería la infrafinanciación derivada de la caída de ingresos una vez se aprobó el sistema de financiación de 2009. Finalmente, el ultimo de los escenarios es la no cobertura de las condiciones de financiación pactadas cuando se aprobó el sistema de 2009.
Salazar ha recomendado que el futuro sistema de financiación autonómica asuma los ciclos económicos variables, con crecimientos y decrecimientos, por lo que tenga previsto la caída de ingresos, lo que evitaría endeudamientos excesivos.
La deuda de Cataluña que pueda asociarse a un problema de infrafinanciación relativo, en comparación con la media de las comunidades autónomas de régimen común, no es de un importe comparable al derivado de la infrafinanciación colectiva.
Si se hace la estimación comparando la recaudación normativa por habitante de Cataluña en el sistema de financiación de 2002 y el de 2009 con la media de las comunidades, la insuficiencia relativa que habría existido en el periodo 2002-2022 representaría un 7,42% del total del endeudamiento de 2022.
Aunque la financiación de Cataluña es muy similar a la de la media de las comunidades autónomas de régimen común, sus recursos están claramente por debajo de los de 7 comunidades que tienen una capacidad tributaria menor que Cataluña.
Según ha explicado el síndico mayor, éstas se beneficiaron de recibir los traspasos de competencias en mejores condiciones que Cataluña, de manera que no se cumple el criterio denominado de ordinalidad entendido como que, aunque los recursos se nivelen, no se altere la orden que deriva de la capacidad tributaria, de manera que ninguna comunidad reciba menos por habitante que ninguna otra cuya contribución haya sido menor.
La infrafinanciación colectiva sufrida por las comunidades es consecuencia de la combinación de 2 problemas presentes en el diseño del sistema de financiación de 2009.
El primero de estos problemas es la insuficiente autonomía fiscal de las haciendas autonómicas en el ámbito de los impuestos indirectos que las hace dependientes de las decisiones del Estado para dar respuesta a caídas de recursos como las de la crisis de 2008. Cuando estas decisiones no garantizan la suficiencia de recursos, el riesgo de déficit y endeudamiento de las comunidades aumenta.
El segundo problema es que el modelo de financiación no define los recursos que hay que garantizar para mantener un nivel de gasto estable, por unidad de necesidad, en los servicios públicos fundamentales que prestan las comunidades.