La vicepresidenta del gobierno español, María Jesús Montero, ha retirado los comentarios críticos que versó el sábado sobre la sentencia absolutoria de Dani Alves, después de haber estado tres días en el centro de una polémica durante la que el PP le ha pedido la dimisión.
Si el sábado tachaba de «vergonzosa» la decisión del TSJC y lamentaba que la presunción de inocencia «está por delante del testimonio de mujeres jóvenes y valientes que deciden denunciar a los poderosos», hoy lo ha retirado y ha pedido disculpas.
Sin embargo, yendo «al fondo del asunto», Montero ha afirmado que la sentencia «obviamente es un retroceso». «La presunción de inocencia no puede ser incompatible con la credibilidad y con la fiabilidad del testimonio de las víctimas», ha remachado.
Esta mañana, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha pedido la dimisión de Montero y ha considerado las declaraciones del sábado de la ministra de Hacienda una «exaltación de la ignorancia», inadmisibles en un estado de derecho y no «compatibles» con el ejercicio de un cargo público.
Feijóo ha añadido que si Pedro Sánchez no la cesa es porque las críticas han sido «una instrucción» del propio presidente para «lanzar un nuevo ataque a la justicia». «Nuestra nación sufre una mutación de su democracia», ha alertado.