Unas ochenta personas se han concentrado ante el Ayuntamiento de Ripoll exigiendo poder manifestarse sin miedo a la ciudad. «Alianza Catalana es un partido autoritario, represivo y sectario», ha afirmado Pere Jordi Piella, quien va el primer alcalde democrático tras el franquismo. Acompañado de los otros tres exalcaldes, Jaume Camps, Teresa Jordà y Jordi Munell, ha entregado al ayuntamiento un manifestado firmado por los cuatro en demanda de poder protestar democráticamente contra la alcaldesa, Sílvia Orriols, de Alianza Catalana.
El texto del manifiesto denuncia la «violencia institucional» por parte del partido de extrema derecha de la alcaldesa Orriols, la cual gobierna en minoría.
Los exalcaldes han recibido el apoyo de unas ochenta personas, que se han concentrado con pancartas que reclamaban «poder manifestarse sin miedo» y con la Estaca de Lluís Llach de fondo. Los manifestantes han denunciado que se están perdiendo derechos, como ya pasó con el franquismo.
Concretamente, los exalcaldes señalan el veto de la alcaldesa contra una exposición artística de alumnos del Instituto Abat Oliva de Ripoll porque aparecía una chica con velo, unos hechos «reprobables» y de una «actitud xenófoba y autoritaria» que pasaron el 4 de marzo y que obligaron a trasladarla a otro local.
En el texto, los cuatro exalcaldes lamentan que, con la llegada de Alianza Catalana al gobierno municipal, el nombre del municipio «se ha relacionado con informaciones de connotación negativa por las tensiones políticas y también sociales de una gravedad que no se había visto en ayuntamientos democráticos». Unos hechos, dicen, que «incide negativamente en la percepción de la villa», haciendo que «pierda atractivo para visitarlo, vivir en él o desarrollar actividades económicas».
El manifiesto reivindica la importancia de la creación y la libertad de expresión como «pilar básico» de una sociedad y alerta de que los creadores «no se sentirán nunca seguros si piensan que sus obras pueden ser censuradas cuando no coincidan con los criterios subjetivos y sectarios de Alianza Catalana, sólo escogida por el 30% de los votantes ripolleses». Unos hechos que «ya se vivieron en tiempos del franquismo», remarcan los firmantes.
Con este manifiesto, los exalcaldes quieren «sembrar la semilla de la recuperación del prestigio» de Ripoll, que durante el tiempo ha demostrado ser una «villa dinámica e integradora» y una capital de comarca pirenaica con «una destacada implantación industrial y una vida cultural que ha dado desde artistas de renombre a instituciones de prestigio». Además, invocan la Declaración Universal de los Derechos Humanos y piden a todos los centros educativos de Ripoll que «hagan pedagogía de los derechos humanos y de la libertad de expresión».
El manifiesto se ha presentado al Ayuntamiento para su aprobación, pidiendo que «los derechos humanos sean una hoja de ruta que se imponga en todas las actuaciones de la edil». Además, se ha convocado una manifestación para este viernes al mediodía en favor de la libertad de expresión, el progreso y los derechos humanos.
