A partir de este domingo, la circulación en el túnel de la Rovira de Barcelona se verá alterada por obras de renovación. Inicialmente, se corta el sentido descendente durante cuatro meses para mejorar la seguridad, la eficiencia energética, el pavimento y las instalaciones. Esta infraestructura, de 1.300 metros y en servicio desde 1987, cuenta con un presupuesto de 17,4 millones de euros para su modernización. Una vez finalizada esta fase, se cerrará el sentido ascendente durante un mes para completar los trabajos.
La teniente de alcalde, Laia Bonet, ha destacado la necesidad de actualizar esta infraestructura esencial para la movilidad urbana y ha pedido paciencia a la ciudadanía. Para minimizar el impacto, se han habilitado itinerarios alternativos a través de la plaza Karl Marx, el paseo de Valldaura, la plaza de la República y otras vías como el paseo de Maragall y la avenida de Vallcarca. Además, se han ajustado los semáforos para optimizar la fluidez del tráfico.
Durante el corte del sentido descendente, se mantendrán las restricciones nocturnas en el tubo ascendente de domingo a jueves, desviando el tráfico por la ronda del Guinardó y otras vías secundarias. Con estas medidas, se busca minimizar las afectaciones y garantizar una circulación más segura y eficiente una vez completadas las obras.