El presidente del Gobierno de España, PedroSánchez, ha rechazado el uso del término «rearmar» utilizado en el plan de Bruselas para reforzar las capacidades militares de la Unión Europea (UE) y ha criticado el «marco en el que se desarrolla» el Libro Blanco para la Defensa Europea que la ComisiónEuropa presentó el miércoles. «A mí el término rearme no me gusta nada», ha manifestado Sánchez a su llegada al Consejo Europeo, donde se sientan los jefes de Estado y de gobierno de la UE.
«Nos tenemos que dirigir de otra manera cuando nos dirigimos a nuestros ciudadanos cuando hablamos de la necesidad de mejorar la seguridad y la defensa europea», ha reclamado el presidente español, que afronta las reticencias de sus socios de gobierno a aumentar la partida en defensa.
A su llegada al Consejo, Sánchez ha asegurado que «da la bienvenida» al plan para aumentar el gasto en defensa, pero «con matices». En concreto, ha considerado que se deben «tener en cuenta los retos» de seguridad que tiene el sur de Europa, que son «un poco diferentes a los del este», como por ejemplo en cuanto al control de fronteras, los ciberataques o la lucha antiterrorista.
Feijóo dice que Sánchez va «en la dirección contraria»
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha abrazado el plan de rearme de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y ha acusado al presidente del gobierno español de ir «en la dirección contraria». «Europa ha entendido el reto al que se enfrenta, y lamentablemente el Gobierno de España no lo está entendiendo», ha afirmado en una rueda de prensa posterior a la reunión de líderes del Partido Popular Europeo (PPE) en Bruselas.
Así, Feijóo ha criticado que Sánchez acuda a la cita «sin presupuestos» ni tampoco el apoyo de su gobierno o del Congreso de los Diputados para incrementar el gasto en defensa. «No se puede hablar de inversiones multimillonarias en defensa cuando ni siquiera se tienen presupuestos», ha manifestado el líder del PP.
En su opinión, Sánchez llega a la reunión de los 27 «con un gobierno dividido, los socios parlamentarios en contra, sin ningún plan ni concreción ni compromiso explícito, y sin el apoyo del parlamento español».
