El Gobierno de la Generalitat tiene previsto realizar al menos una veintena de actos coincidiendo con los 50 años de la muerte del dictador Francisco Franco. La intención es recordar lo peor de la dictadura, rememorar la lucha antifranquista y, sobre todo, concienciar a los más jóvenes de las atrocidades de los regímenes totalitarios para tener una garantía de no repetición, ante el aumento de los discursos autoritarios y de ultraderecha y ciertas simpatías de los chicos más jóvenes hacia estas ideologías. Uno de los actos más destacados es un acto institucional de reconocimiento oficial de la nulidad del Consejo de Guerra que condenó a muerte al presidente de la Generalitat republicana Lluís Companys en 1940.
El consejero de Justicia y Calidad Democrática, Ramon Espadaler, junto con el director general de Memoria Democrática, Francesc Xavier Menéndez, y el director del Memorial Democrático, Jordi Font, han presentado la orientación del programa de actos y algunos de los más importantes. Han querido remarcar que los actos serán transversales, afectando a muchos departamentos del Gobierno, de diversos tipos, como coloquios, exposiciones o libros, y territorializados.
Asimismo, el Gobierno ha preparado un portal web donde anunciará la sesentena de actos que organiza, junto con otras instituciones, así como otros actos organizados directamente por otras entidades y que recibirán el apoyo del Gobierno. En todo caso, Espadaler ha remarcado que durante este año de actos sobre el franquismo no se dejarán de lado el resto de actos de memoria democrática.
Espadaler ha remarcado que los últimos estudios demoscópicos evidencian que los chicos jóvenes no ven con malos ojos los regímenes autoritarios y no ven a la extrema derecha como una amenaza. Por ello, los actos tienen la intención de remarcar que la democracia no fue regalada sino que debe construirse cada día.
El grupo de trabajo específico para estos actos ha encargado representaciones teatrales, murales artísticos, estudios académicos, publicaciones especializadas, mesas redondas, pódcasts, libros o programas educativos. La agenda todavía está abierta, y entre estos actos destaca lo que se hará en torno al 15 de octubre, cuando Companys fue fusilado en Montjuïc, con la presencia del presidente de la Generalitat, Salvador Illa y, probablemente un alto cargo del Gobierno español, para oficializar la nulidad del Consejo de Guerra contra Lluís Companys que le condenó a muerte.
También se inaugurará antes del verano, el Memorial Bosque de huellas, en el antiguo Camp de la Bota, en Sant Adrià de Besòs. El conjunto escultórico, junto a la UPC y bien visible desde la Ronda Litoral, está compuesto por 1.686 tubos de hierro, agrupados en 36 hileras, que simularán un cepillo hacia arriba sobre una huella dactilar, en conmemoración de los fusilados en aquella zona por el franquismo.
Como cada año, a principios de noviembre, también se hará una conmemoración de la Asamblea de Cataluña, que justo también hace 50 años, y se homenajearán las entidades memorialistas y la lucha antifranquista. Por aquellos días también habrá un coloquio sobre poder, ley y palabra, para tratar la actual fragilidad de la democracia, con prestigiosos expertos internacionales que analizarán el auge de los populismos y la extrema derecha radical y propondrán medidas para fortalecer la democracia.
También habrá un libro sobre la cárcel de mujeres de la Trinitat, exposiciones itinerantes, y recuerdos para Paco Candel, Lluís Maria Xirinacs, la Unió de Pagesos y el movimiento estudiantil.
Preguntado por el futuro de la comisaría de la Policía Nacional en la Via Laietana de Barcelona, Espadaler ha dicho que el primer paso que el Gobierno español parece aceptar es la «resignificación» del edificio haciéndolo compatible con la actividad policial. No obstante, ha admitido que el siguiente paso es el traslado de la Jefatura de la Policía Nacional a Cataluña a otro lugar para que todo el edificio pueda ser un espacio de memoria democrática, paso que todavía debe pactarse con el Ministerio de Interior.
Finalmente, Espadaler también ha explicado que el monumento franquista de Tortosa u otros pendientes de ser retirados están a la espera de procedimientos judiciales abiertos y que se apruebe definitivamente la nueva ley de memoria histórica en el Parlament catalán.