Las últimas lluvias han permitido al Gobierno catalán levantar ciertas restricciones debidas a la sequía. A pesar de todo, desde la Generalitat se quiere ser prudente y, por ello, no se levantan todas las restricciones. Por ahora, el sistema Ter-Llobregat se mantiene en alerta, pero ya hay normalidad en Darnius-Boadella, Riudecanyes y el acuífero Fluvià-Muga.
Actualmente sólo este último queda en situación de excepcionalidad del total de 18 unidades. Darnius-Boadella pasa a alerta y se encuentra a prealerta. En total, el Consejo Ejecutivo ha aprobado hacer 10 modificaciones. Este es un cambio respecto a la sequía de Cataluña. Desde el otoño de 2021, hace tres años y medio, que las reservas no se situaban en el 45%. Ahora, con las lluvias de las últimas semanas y las que se prevé que vengan, más el desalojo, se podría llegar a una total normalidad.
De esta manera, el sistema Ter-Llobregat se mantiene en alerta, pero ya hay hasta 8 ámbitos en situación de normalidad: Anoia-Gaià, Acuífero Carme Capellades, Acuífero Pliocuaternario Tarragona, Cabecera del Llobregat, Cabecera del Ter, Estany de Banyoles, Mig Llobregat y Prades-Llaberia. Quedan en prealerta el Consorcio Aguas Tarragona y Riudecanyes. El resto de unidades continúa en alerta: las pertenecientes al sistema Ter-Llobregat, el Acuífero Baix Ter, Embalse Darnius-Boadella, Empordà y Cordillera Transversal.
Esta es la propuesta que el Gobierno ha trasladado al Comité Permanente de Sequía de la Agencia Catalana del Agua, donde se ha analizado la situación tras las últimas lluvias. Las modificaciones se harán efectivas cuando se publique en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC) la resolución del director de la Agencia.
«Estamos ante el inicio de un proceso de desescalada de restricciones por sequía. Tomamos ahora unas primeras decisiones y esperamos que en las próximas semanas podamos tomar otras a la espera de la evolución de la pluviometría», según ha explicado Silvia Paneque, consejera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica y portavoz del Gobierno.
La consejera considera que no hay que ir demasiado deprisa al levantar ciertas restricciones. Cree que hay que ser prudente para no ir cambiando cada pocos días las restricciones. «Como mínimo, debe durar de cinco a seis meses. La normalidad será cuando se llegue al 60% y ahora estamos al 50%, lo que nos indica que pronto podremos llegar».
Pese al incremento de reservas por las lluvias, el Gobierno catalán sigue con las actuaciones previstas, como las nuevas desaladoras y otras soluciones tecnológicas ante la disminución prevista de las lluvias causada por el cambio climático.

