Algunos trenes han sido suprimidos a primera hora de la mañana de este lunes y hay retrasos puntuales en el servicio de Rodalies (Cercanías) pese a la desconvocatoria de huelga este domingo por parte de la mayoría de los sindicatos de Renfe y Adif. Según ha informado Rodalies, el motivo de las afectaciones es porque el pacto entre Ministerio de Transportes, el Departamento de Territorio y representantes de los trabajadores se hizo «a última hora», y ha habido problemas para reprogramar servicios que ya se preveían suprimidos de acuerdo con los servicios mínimos.
De hecho, las afectaciones han llevado a Rodalies a tomar medidas excepcionales y este lunes habrá servicio alternativo por carretera en la R7 entre Cerdanyola del Vallès y Cerdanyola Universitat y en la R8 entre Mollet Sant Fost y Castellbisbal/Martorell Central. Entre Mollet y Granollers Centre se puede utilizar la R2 Norte.
En paralelo, el servicio de la R1 se ha cortado a partir de las 13.15 horas por la asistencia sanitaria a un viajero en Premià de Mar, pero se ha normalizado a las 14.30 horas. Además, una incidencia técnica de un tren en la estación de Plaza Cataluña a primera hora de la mañana también ha alterado el tiempo de recorrido de las líneas R1, R3 y R4, un problema que también está solucionado.
Desconvocatoria de la huelga
Los sindicatos SEMAF, CCOO, UGT y SCF han decidido desconvocar la huelga de Renfe y Adif que debía comenzar este lunes tras llegar a un acuerdo este domingo por la noche con el Ministerio de Transportes y la Generalitat. Estos sindicatos habían convocado con la CGT y la Confederación Intersindical-SF paros de 24 horas en toda España para este lunes, el 26 de marzo y el 1 de abril, y cortes parciales el 24 y el 28 de marzo y el 3 de abril. Fuentes de la CGT han indicado que mantienen la protesta hasta que consulten a las bases sobre el acuerdo, mientras que SF cree que «no soluciona los problemas» y por ello llaman a la huelga.
La protesta pretende denunciar incumplimientos de los acuerdos firmados en 2023 que sirvieron para desconvocar otra protesta en relación con el traspaso de Rodalies de Cataluña a la Generalitat y la «privatización» del transporte de mercancías. Los sindicatos consideraban rotos los compromisos que garantizaban que Renfe y Adif seguirían siendo los prestadores de los servicios de Rodalies y que se preservaría la integridad de la plantilla de las dos empresas.
El acuerdo al que han llegado las partes este domingo pasa por que Renfe Viajeros tenga la participación mayoritaria en el capital de la nueva empresa que gestionará Rodalies por un porcentaje ínfimo mientras que la Generalitat controlará su consejo de administración, ya que lo presidirá y tendrá voto de calidad. El secretario de Estado de Transportes, JoséAntonioSantano, ha confirmado en declaraciones a la prensa que habrá una «mayoría de Renfe Viajeros» en el accionariado y que la representación en el consejo de administración será «mayoritariamente para la Generalitat».
Esta fórmula «busca garantizar los derechos de los trabajadores de Renfe y Adif» cuando se cree la nueva compañía «a lo largo de este año» y que al mismo tiempo se preste el servicio ferroviario de Rodalies «desde la proximidad», ha señalado. Aunque el documento del acuerdo no explicita el porcentaje que tendrán la Generalitat y Renfe Viajeros en el accionariado de la nueva empresa, fuentes sindicales han revelado a la ACN que Renfe Viajeros tendrá la mayoría del capital para que la empresa pueda depender del grupo Renfe.
De hecho, el documento firmado por las partes ya contempla que la nueva compañía «formará parte del grupo Renfe con respeto y garantía de los derechos laborales», aunque deja el detalle de la participación accionarial para un futuro borrador de los estatutos, que deberían estar listos este mismo mes de marzo. El acuerdo también establece que la alteración accionarial de la sociedad se hará con la participación en las negociaciones de los representantes legales de los trabajadores.
El pacto establece que la Generalitat contratará con la nueva empresa la prestación del servicio ferroviario «manteniendo las cargas de trabajo con un plazo mínimo similar al contrato establecido con la administración general del Estado en los demás ámbitos de la red». En cuanto al traspaso de la R1, se garantiza la continuidad del servicio actual operado por Renfe «a través de una encomienda de gestión o a través del instrumento equivalente en la legislación catalana», un proceso que deberá hacerse con participación de los representantes de los trabajadores y garantizándoles los derechos laborales.
El otro punto de discordia era la gestión del servicio de mercancías, que los sindicatos consideran que se quiere «privatizar». El acuerdo detalla que RenfeMercancías se coordinará con Renfe Ingeniería y Mantenimiento para que haya más convoyes y más fiables con el objetivo de mejorar «tanto la política comercial como la ejecución del servicio con la voluntad de mantener e incrementar el volumen de negocio de la sociedad Renfe Mercancías». El ministerio también se compromete a cumplir el acuerdo que cerró con los sindicatos sobre esta cuestión en 2023.














