La consellera de Territorio de la Generalitat, Sílvia Paneque, ha defendido el acuerdo al que han llegado el Ministerio de Transportes, la Generalitat y los sindicatos mayoritarios para desconvocar la huelga que debía afectar a Rodalies (Cercanías) este lunes y durante seis jornadas más. «El operador que gestiona Cercanías es Renfe y debe seguir siendo Renfe», ha destacado la consejera.
«Fuera cual fuera el porcentaje, eso tenía que ser así», ha añadido. Para la responsable de Territorio, lo más relevante es que la gobernanza del ente gestor mixto se hará desde Cataluña. Sobre la situación en la red con trenes suprimidos desde primera hora pese a la desconvocatoria, la consejera ha pedido «máxima celeridad» a Renfe y Adif para que se pueda reanudar el servicio con normalidad.
Paneque ha puesto de manifiesto que con el acuerdo al que se llegó el domingo por la noche solo se resuelve una parte del problema que afecta a Rodalies y que impide que aquellos que quieren coger el tren lo puedan hacer «con normalidad y puntualidad».
«El acuerdo permite avanzar en la constitución de la empresa mixta, ya que se pueden mantener los derechos laborales y sociales de los trabajadores», ha dicho. «Es un paso firme y decidido hacia un traspaso que incide en la gobernanza, desde la proximidad, con una empresa catalana que tome las decisiones desde aquí», ha añadido Paneque.
Para la consejera, otra parte importante para mejorar el servicio es el estado de las infraestructuras, «de las que los usuarios se quejan, y con razón». «No es para buscar culpables y mirar atrás, pero tenemos lo que tenemos, unas infraestructuras claramente deficientes», ha señalado.
Según la consejera, hay que poner sobre la mesa que el sistema es «deficitario» y necesita inversiones «donde hay que actuar». También ha destacado que en estos momentos se están produciendo 200 actuaciones «a la vez» con el fin de mejorar las infraestructuras. Ligado a la mejora de las infraestructuras también hay un trabajo en marcha para redactar un Plan de Cercanías actualizado, «que nos dé un horizonte de una red con buenas infraestructuras» para 2026-2030, ha dicho Silvia Paneque.
La consejera ha puesto en valor el modelo de gobernanza del Puerto de Barcelona. «Lo pongo de ejemplo porque es un modelo incuestionable que se dirige y se gestiona desde la proximidad, con un presidente nombrado por el Gobierno de la Generalitat», ha señalado Paneque. «Nosotros, además, tendremos un porcentaje del accionariado de la empresa», ha añadido sin concretar exactamente cuál.
Garantizar los derechos de los trabajadores
El acuerdo entre el Ministerio de Transportes y los sindicatos mayoritarios establece que Renfe Viajeros tenga la participación mayoritaria en el capital de la nueva empresa que gestionará Cercanías, mientras que la Generalitat controlará su consejo de administración ya que lo presidirá y tendrá voto de calidad.
Esta fórmula busca garantizar los derechos de los trabajadores de Renfe y Adif cuando se cree la nueva compañía y que al mismo tiempo se preste el servicio ferroviario de cercanías desde la Generalitat. Aunque el documento del acuerdo no explicita el porcentaje que tendrá la Generalitat y Renfe Viajeros al accionariado de la nueva empresa, fuentes sindicales han revelado a la ACN que Renfe Viajeros tendrá la mayoría del capital para que la empresa pueda depender del grupo Renfe.
De hecho, el documento firmado por las partes ya contempla que la nueva compañía «formará parte del grupo Renfe con respeto y garantía de los derechos laborales», aunque deja el detalle de la participación accionarial para un futuro borrador de los estatutos, que deberían estar listos este mismo mes de marzo. El acuerdo también establece que la alteración accionarial de la sociedad se hará con la participación en las negociaciones de los representantes legales de los trabajadores.
El pacto establece que la Generalitat contratará con la nueva empresa la prestación del servicio ferroviario «manteniendo las cargas de trabajo con un plazo mínimo similar al contrato establecido con la administración general del Estado en los demás ámbitos de la red». En cuanto al traspaso del R1, se garantiza la continuidad del servicio actual operado por Renfe «a través de una encomienda de gestión o a través del instrumento equivalente en la legislación catalana», un proceso que deberá hacerse con participación de los representantes de los trabajadores y garantizándoles los derechos laborales.
El otro punto de discordia era la gestión del servicio de mercancías, que los sindicatos consideran que se quiere «privatizar». El acuerdo detalla que Renfe Mercancías se coordinará con Renfe Ingeniería y Mantenimiento para que haya más convoyes y más fiables con el objetivo de mejorar «tanto la política comercial como la ejecución del servicio con la voluntad de mantener e incrementar el volumen de negocio de la sociedad Renfe Mercancías».