La sección sindical de la CGT de la residencia DomusVi Can Buxeres, en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), ha presentado denuncias contra la dirección del centro por la «persecución» que sufren las delegadas sindicales y las condiciones laborales de los y las trabajadoras. En declaraciones a EL TRIANGLE, Efrén Segovia, delegado sindical de la CGT en la residencia, explica que la vulneración de derechos laborales «pasa desde hace muchos años» y que ahora, además, se está persiguiendo a los representantes sindicales de los trabajadores, situaciones que ya han denunciado.
«Hay unas ocho o diez denuncias en camino», ha indicado Segovia, que considera que la dirección quiere dejar a los sindicalistas «sin fuerza para seguir luchando». Según la CGT, la dirección está sancionando «injustamente» y acusando «con relatos absurdos, falsos e inventados» a los representantes sindicales «con el único objetivo de provocar despidos y acoquinar a cualquier persona afiliada a la CGT». De hecho, explica el sindicato, ya han sancionado a dos delegadas de la CGT y han despedido a una afiliada.
«Estábamos esperando a que cambiaran las cosas, pero como vemos que no cambian, pues hemos empezado a denunciar», señala el delegado sindical, que añade que la dirección es consciente de las demandas y que, como no «les escuchan», han decidido convocar manifestaciones los días 12, 19 y 26 de este mes de marzo para que «todo el mundo sepa lo que pasa».
Además de la «persecución» contra los representantes de los trabajadores, la CGT ha denunciado ante la Inspección de Trabajo la falta de personal y el material de trabajo obsoleto. El delegado de la CGT, sin embargo, ha relatado que, cuando hay inspección, como les avisan, entonces sí que designan el mínimo de personal necesario y lo preparan todo de cara a la visita. «Incluso los empleados de oficina suben a las plantas y se ponen el uniforme mientras pasan la inspección», señala.
Malas condiciones laborales
A la falta de empleados, explica Segovia, se suma el hecho de que «las bajas no se cubren», sea por enfermedad o por vacaciones, y que el personal que se queda «debe hacer el trabajo de quienes no están», «lo que aumenta la ratio de pacientes por trabajador/a y disminuye la calidad asistencial, no garantizando la seguridad de los residentes». Señala, además, que, con 177 residentes en total, por planta debería haber cinco auxiliares como mínimo, pero que en algunas apenas hay tres. «Siempre culpan a los del comité. Dicen que como nos pedimos permisos sindicales, no vamos a trabajar y entonces no nos pueden cubrir», relata Segovia.
El delegado de la CGT asegura que los problemas de la residencia y la falta de personal son visibles en todos los ámbitos. Las trabajadoras de la limpieza, por ejemplo, se quedan hasta 40 minutos después de su hora de salida porque no han terminado el trabajo asignado y «tienen miedo a ser despedidas». Las de la cocina trabajan con «equipos obsoletos y en mal estado» que la dirección no renueva porque afirma que son ellas quienes los estropean, y el personal de enfermería, administración y lavandería no da abasto, de manera que se producen bajas constantes porque «no aguantan».
«Se está violando la convención colectiva y las trabajadoras tienen miedo porque a quien dice algo le amenazan, le cambian de planta, le cambian de turno… Entonces nadie quiere decir nada», lamenta Segovia, que indica que por este motivo algunas denuncias que se han presentado son anónimas. En opinión de la CGT, «DomusVi Can Buxeres es una empresa que se lucra a costa de la explotación de los y las trabajadoras». En este sentido, el delegado sindical afirma que «lo que les importa es facturar, los trabajadores no les importan».
La residencia DomusVi Can Buxeres, situada en L’Hospitalet de Llobregat, es un centro de titularidad privada que ofrece servicios asistenciales para personas mayores. A pesar de ser privada, la residencia cuenta con plazas concertadas con la Generalitat de Catalunya, de manera que algunos residentes pueden acceder mediante ayudas públicas.