Los Bomberos de Barcelona hacen aflorar una veintena de posibles violencias machistas o intrafamiliares cada año

El cuerpo dispone de una guía de indicadores que establece dos niveles de intervención en función de si las evidencias son muy claras o no

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Sebastià Massagué, jefe de los Bomberos de Barcelona, en una entrevista con la ACN (ACN)

De enero a octubre de 2024 los Mossos d’Esquadra registraron un total de 14.548 denuncias por violencia machista en el ámbito de la pareja en toda Cataluña, un 3% más que el año anterior. Aunque cada vez son más las mujeres que dan el paso y denuncian a sus agresores, todavía hay muchas que, por miedo, vergüenza o culpa, entre otros motivos, optan por no hacerlo. Con el objetivo de «poner más ojos en el sistema» y dar visibilidad a las víctimas silenciosas, los Bomberos de Barcelona se han dotado de una guía de indicadores para detectar posibles signos de alerta. El cuerpo comenzó a trabajar y formarse en esta línea en 2022, y hasta ahora ha trasladado una media de 20 posibles violencias machistas o intrafamiliares cada año.

El jefe de los Bomberos de Barcelona, SebastiàMassagué, ha explicado a la ACN que se trata de una experiencia similar a la que se sigue ante situaciones de pobreza energética. En este sentido, ha destacado la utilidad de este trabajo porque permite detectar casos que no han sido registrados por el sistema. Massagué considera que, «por sentido común», este es un trabajo que debería ser «inherente» de todos los bomberos, de manera que ningún efectivo «debería girar la cabeza ante problemas que se puedan detectar con independencia de la intervención que esté llevando a cabo».

Una guía de indicadores

En 2023, el Servicio de Protección Civil, Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento del Ayuntamiento de Barcelona y el Área de Feminismos se coordinaron para crear una guía con los indicadores que deben tenerse en cuenta ante un posible caso.

La guía de los Bomberos establece dos niveles de intervención en función de si las evidencias son muy claras o de si lo que se detecta son indicios. Massagué ha explicado que el primer supuesto se activa cuando la víctima presenta lesiones visibles o compatibles con agresiones sexuales; si se percibe que en el inmueble hay personas sometidas a coacciones, amenazas, chantajes o vejaciones; si están retenidas en el domicilio en contra de su voluntad; si se oponen a que un profesional sanitario valore su estado a pesar de tener heridas visibles, o si en la vivienda se encuentran menores desatendidos o progenitores en estado de embriaguez o bajo los efectos de sustancias tóxicas.

«Se trata de ver evidencias muy claras, sobre todo nos fijamos en los daños o las heridas que puedan presentar las personas y en si hay gritos o afectaciones muy claras en los menores o en las mujeres», ha comentado el jefe de los Bomberos de Barcelona, que ha explicado que en estas situaciones alertan a la policía, piden asistencia sanitaria y dejan constancia del hecho en el informe de servicio.

Cuando las evidencias no son tan claras, sino que lo que se percibe es que hay lesiones o situaciones «compatibles» con violencia machista o intrafamiliar, los Bomberos informan a las posibles víctimas de las agencias de apoyo existentes y el mando responsable de la intervención marca las casillas pertinentes en el informe de servicio. Las principales señales de alarma en estos supuestos son el uso de vestimenta inadecuada por el clima pudiendo ocultar lesiones; nerviosismo, miedo, ropa desgarrada; si el domicilio está en mal estado o hay personas desatendidas en el interior; si las posibles víctimas tienen un discurso contradictorio, reacciones desproporcionadas o una actitud de defensa u hostilidad, o si se detectan ideas de suicidio o desatención de menores o personas dependientes.

En ambos niveles de intervención, toda la información recogida se traslada a la Comisión permanente de violencia machista del distrito correspondiente para poder atender a las mujeres desde los diferentes servicios municipales específicos y hacer seguimiento de los casos.

Una veintena de casos anuales

Massagué ha explicado que los Bomberos de Barcelona realizan unos 23.000 servicios anuales y ha detallado que 13.000 de ellos corresponden a salvamentos e incendios dentro de viviendas. Así, ha indicado que todos los supuestos de violencia machista o intrafamiliar que se detectan están repartidos por los diferentes distritos y barrios de la ciudad. «No hay lugares concretos donde se concentre en esta tipología de servicios», ha apuntado.

Al mismo tiempo, ha señalado que desde 2022, momento en que los Bomberos comenzaron a informar sobre este tipo de situaciones, «la cifra está estabilizada con una veintena de casos anuales». Massagué ha dicho que no se puede hablar de una tendencia porque se trata de una instrucción muy reciente y todavía se está formando a los profesionales del cuerpo. «Habrá que mirarlo con una mirada de más largo plazo», ha valorado.

En esta línea, ha asegurado que no temen que el rol de los bomberos como cuerpo de vigilancia pueda hacer que la ciudadanía desconfíe de ellos: «Al contrario, porque la vigilancia es el trabajo que vamos a hacer y si podemos detectar elementos que consideramos que pueden beneficiar a los ciudadanos, o que son útiles para los Servicios Sociales o para los equipos que trabajan con personas que están en situación de vulnerabilidad lo haremos», ha señalado.

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