La sesión plenaria del Ayuntamiento de Blanes de este jueves se vio marcada por momentos de gran tensión cuando un grupo de seguidores de Vox interrumpió el debate con la exhibición de carteles racistas. El alcalde, Jordi Hernández (PSC), recordó que el reglamento municipal prohíbe este tipo de manifestaciones en el pleno y, ante la negativa de los manifestantes a retirarse, ordenó su expulsión con la ayuda de la Policía Local, como ha informado Diari de Girona. El incidente se produjo mientras se debatía una moción contra la propaganda xenófoba.
Más adelante, en el apartado de ruegos y preguntas, la tensión aumentó cuando un hombre del público increpó a un joven que había intervenido para rebatir los argumentos de Vox. Pese a las advertencias del alcalde, el individuo continuó con actitud amenazadora, lo que obligó a la Policía Local a intervenir de nuevo para expulsarlo de la sala. El hombre opuso resistencia y abandonó el recinto entre gritos.
Ante esta situación, el alcalde decidió suspender el apartado de ruegos y preguntas, denunciando la falta de respeto y la crispación generada. «¡Tenemos que convivir, señores, que somos un pueblo!», exclamó Hernández, visiblemente molesto por la situación. La sesión se pudo reanudar tras el desalojo, pero el incidente dejó patente la tensión creciente en el debate político local.